AVENGERS: INFINITY WAR
Estados Unidos, 2018
Directors: Anthony & Joe Russo
Directors: Anthony & Joe Russo
Aunque quizás resulte exagerado decir que los diez años de Marvel Cinematic Universe —que comenzó en 2008 con la primera Iron Man— hayan existido para justificar el estreno de Avengers Infinity War, es cierto que éste es uno de los puntos de inflexión del ambicioso megaproyecto de Marvel Studios. La cinta agrupa a la mayoría de los héroes de dicho universo —Spider-Man, Iron Man, Dr. Strange, Thor, Black Panther, Hulk, etc., además de una infinidad de personajes secundarios—, pero a costa de sacrificar los atributos que hicieron a muchas de sus respectivas películas productos relevantes y distintivos.
Infinity War, siendo una suerte de secuela directa de Captain America: Civil War, sigue la fórmula de ésta y la maximiza. El problema con esta maximización son todos los elementos —superhéroes— con los que se trabaja y que no permiten un trabajo de guión sólido detrás que ligue las diferentes tramas de manera convincente. La trama se reduce a un sólo argumento: Thanos, el enemigo más fuerte del universo, ha llegado a recolectar las seis gemas del infinito —que ya habíamos ido conociendo en todas las demás películas— y todos los súperhéroes deben encontrar la manera de detenerlo. Y es todo. No hay mucho más qué decir: la película recae más en su historia, llena de giros y fan service, que en sus valores cinematográficos. Esta historia, sin embargo, es lo suficientemente fuerte y cargada de una tragedia latente, que tiene la suficiente fuerza para sacar avante al filme.
Por otro lado, es innegable que hay un trabajo espectacular detrás de esta cinta: en primer lugar, el hecho de que tantas historias a lo largo de tantos filmes en tantos años confluyan en un sólo punto, es de por sí algo loable. Los hermanos Russo al fungir como directores, y Cristopher Markus y Stephen McFeely como escritores, tuvieron la titánica labor de mezclar todos esos personajes que, en su gran mayoría, habían sido trabajados por otros escritores y otros directores, y mezclar todas esas visiones en una cinta coherente y en la que tantos personajes tuvieran roles relevantes y conexos. ¿Cómo se pueden mezclar tantos estilos y tantas visiones distintas en una cinta? El tono ligero y cómico de las películas de Guardians of the Galaxy o Thor: Ragnarok, no es siempre afín con el tono más serio y sobrio de cintas como Spider-Man: Homecoming o la reciente Black Panther. Aunque no siempre lo logran, en el producto final ninguna escena parece sobrar y no hay un sólo momento de relleno, pero el resultado es una mezcolanza que incluso se percibe en el estilo visual de la cinta —una combinación de los colores opacos de los primeros años del Cinematic Universe con el estilo más colorido de los años recientes— y, en consecuencia, una película que se siente más una suma de partes que un producto completo en sí mismo.
También es cierto que cada una de estas partes que componen a Infinity War son extraordinarias. Se nota el gran trabajo de producción y la facilidad de presupuesto con que se contó. Los estándares de forma se mantienen en su mayoría, si bien se llega a sentir un abuso del CGI y la ausencia de trucos de cámara. A pesar de ello, se extraña el desarrollo de personajes: ningún personaje se trabaja para darle más profundidad y la manera en que el guión los une en escena es, en muy numerosas ocasiones, fortuita e injustificada.
La afortunada excepción es Thanos, el villano de la película, que es el verdadero protagonista de la cinta —con una actuación de Josh Brolin bastante bien lograda, que hace de Thanos un villano complejo y con una psicología desarrollada detrás— que puede ser uno de los enemigos más memorables del Universo Marvel. Su motivación es, básicamente, destruir la mitad del universo para de alguna manera renovarlo y purificarlo y alejar a los pobladores de su autodestrucción, del vicio y la injusticia en que viven sometidos. La forma en que quiere ejecutar su plan es más bien burda e infantil, pero no deja de mostrarse vulnerable ante las implicaciones éticas de su plan maligno y eso al menos le dota de profundidad.
Avengers: Infinity War es un producto necesario dado el rumbo que ha tomado el Marvel Cinematic Universe. A este respecto supera por mucho a su antecesora Age of Ultron que aportó poco a la trama y que sí se sintió de relleno. Ante la imposibilidad de tener una gran construcción argumental que sostenga a la trama dado lo ambicioso de sus pretensiones, Infinity Wars termina sintiéndose como una colección de minihistorias de superhéroes, todas ellas espectaculares —unas más que otras, como demuestran las escenas de Dr. Strange y Thor, por ejemplo—y entretenidas. No obstante, la labor de los hermanos Russo es loable dada la complejidad del proyecto y difícilmente dejará un mal sabor de boca, a pesar de lo inconcluso de su premisa, a pesar de que abre nuevas puertas para ver aún más de este ya de por sí largo universo.
Infinity War, siendo una suerte de secuela directa de Captain America: Civil War, sigue la fórmula de ésta y la maximiza. El problema con esta maximización son todos los elementos —superhéroes— con los que se trabaja y que no permiten un trabajo de guión sólido detrás que ligue las diferentes tramas de manera convincente. La trama se reduce a un sólo argumento: Thanos, el enemigo más fuerte del universo, ha llegado a recolectar las seis gemas del infinito —que ya habíamos ido conociendo en todas las demás películas— y todos los súperhéroes deben encontrar la manera de detenerlo. Y es todo. No hay mucho más qué decir: la película recae más en su historia, llena de giros y fan service, que en sus valores cinematográficos. Esta historia, sin embargo, es lo suficientemente fuerte y cargada de una tragedia latente, que tiene la suficiente fuerza para sacar avante al filme.
Por otro lado, es innegable que hay un trabajo espectacular detrás de esta cinta: en primer lugar, el hecho de que tantas historias a lo largo de tantos filmes en tantos años confluyan en un sólo punto, es de por sí algo loable. Los hermanos Russo al fungir como directores, y Cristopher Markus y Stephen McFeely como escritores, tuvieron la titánica labor de mezclar todos esos personajes que, en su gran mayoría, habían sido trabajados por otros escritores y otros directores, y mezclar todas esas visiones en una cinta coherente y en la que tantos personajes tuvieran roles relevantes y conexos. ¿Cómo se pueden mezclar tantos estilos y tantas visiones distintas en una cinta? El tono ligero y cómico de las películas de Guardians of the Galaxy o Thor: Ragnarok, no es siempre afín con el tono más serio y sobrio de cintas como Spider-Man: Homecoming o la reciente Black Panther. Aunque no siempre lo logran, en el producto final ninguna escena parece sobrar y no hay un sólo momento de relleno, pero el resultado es una mezcolanza que incluso se percibe en el estilo visual de la cinta —una combinación de los colores opacos de los primeros años del Cinematic Universe con el estilo más colorido de los años recientes— y, en consecuencia, una película que se siente más una suma de partes que un producto completo en sí mismo.
La afortunada excepción es Thanos, el villano de la película, que es el verdadero protagonista de la cinta —con una actuación de Josh Brolin bastante bien lograda, que hace de Thanos un villano complejo y con una psicología desarrollada detrás— que puede ser uno de los enemigos más memorables del Universo Marvel. Su motivación es, básicamente, destruir la mitad del universo para de alguna manera renovarlo y purificarlo y alejar a los pobladores de su autodestrucción, del vicio y la injusticia en que viven sometidos. La forma en que quiere ejecutar su plan es más bien burda e infantil, pero no deja de mostrarse vulnerable ante las implicaciones éticas de su plan maligno y eso al menos le dota de profundidad.
Avengers: Infinity War es un producto necesario dado el rumbo que ha tomado el Marvel Cinematic Universe. A este respecto supera por mucho a su antecesora Age of Ultron que aportó poco a la trama y que sí se sintió de relleno. Ante la imposibilidad de tener una gran construcción argumental que sostenga a la trama dado lo ambicioso de sus pretensiones, Infinity Wars termina sintiéndose como una colección de minihistorias de superhéroes, todas ellas espectaculares —unas más que otras, como demuestran las escenas de Dr. Strange y Thor, por ejemplo—y entretenidas. No obstante, la labor de los hermanos Russo es loable dada la complejidad del proyecto y difícilmente dejará un mal sabor de boca, a pesar de lo inconcluso de su premisa, a pesar de que abre nuevas puertas para ver aún más de este ya de por sí largo universo.
Calificación: 3.5/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
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