A QUIET PLACE
(UN LUGAR EN SILENCIO)
EEUU, 2018
Director: John Krasinski
En una ciudad desolada, con un ambiente postapocalíptico que recuerda las primeras escenas de I Am Legend de Francis Lawrence —sólo en este aspecto, como se verá— o los escenarios de The Last Of Us, una madre y sus hijos caminan descalzos en una farmacia abandonada en busca de ciertos medicamentos. Con mucho cuidado, sin hacer ningún ruido, se mueven cautelosos por los pasillos del lugar, comunicándose tan solo por señas cuando hacerlo es indispensable. El hijo menor quiere llevarse un cohete de juguete, pero el padre, que ha llegado repentinamente —pero en silencio—, le pide que lo deje por ser demasiado ruidoso. La hija, que padece sordera, se lo vuelve a dar a escondidas mientras pone el dedo en los labios en señal de silencio y la toma se dirige a unas baterías para el juguete, sugiriendo una tragedia inminente.

La anterior es una magra descripción de la secuencia de apertura de A Quiet Place, cinta que nos ubica en mitad de una contingencia de proporciones apocalípticas en la que seres monstruosos sin vista, pero con un oído con capacidades sobrehumanas, han acabado con la mayoría de la población del planeta. La cinta es un excelente filme de horror en el que, a pesar de la ausencia de diálogos en más del 90% de la película, la tensión es constante y el ritmo dinámico. Las actuaciones ayudan muchísimo a mantener la atención en todo momento, y tanto Emily Blunt —que lo hace impresionante— como John Krasinski —que además dirige— y los niños logran transmitir emociones reales en las escenas de acción, tensión y terror.

La película destaca de inmediato entre otras congéneres del cine de horror por su planteamiento novedoso e impecablemente logrado. Recuerda, por su frescura, a otras cintas relevantes como 10 Cloverfield Lane, The Witch, It Follows o la reconocida en los Oscars Get Out!, pero como todas éstas, tiene suficientes elementos para brillar por sí misma. Subyace en la trama una metáfora de la paternidad y la manera en que la falta de comunicación puede afectar seriamente el desarrollo de los niños. A Quiet Place juega de manera inteligente con el problema de la falta de comunicación. El hecho de que los personajes no puedan hablar, además de la falta de oído natural de la niña; otros elementos como el embarazo avanzado de la madre, los intentos del padre por ayudar a su hija a recuperar el oído: todos estos aspectos suman a la trama y la enriquecen a pesar de la simpleza notoria de su premisa.

No es la primera vez que John Krasinski trabaja como director, pero en esta ocasión la mezcla de cine horror y ciencia ficción con criaturas aparentemente invulnerables que hacen sentir a los personajes indefensos ante el peligro latente, le ayudan a crear una película que sin duda tendrá gran impacto en la cultura popular. Los elementos de forma como son la mezcla de sonido, cinematografía y música se unen de forma muy creativa, compensando así alguna falta de complejidad en su historia o la ausencia de otros elementos de fondo. La cinta entrega justamente lo que se propone y lo hace de forma entretenida y sumamente imaginativa sin descuidar en ningún momento una ejecución elegante y pulcra.
Calificación: 4/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
EEUU, 2018
Director: John Krasinski
Director: John Krasinski
En una ciudad desolada, con un ambiente postapocalíptico que recuerda las primeras escenas de I Am Legend de Francis Lawrence —sólo en este aspecto, como se verá— o los escenarios de The Last Of Us, una madre y sus hijos caminan descalzos en una farmacia abandonada en busca de ciertos medicamentos. Con mucho cuidado, sin hacer ningún ruido, se mueven cautelosos por los pasillos del lugar, comunicándose tan solo por señas cuando hacerlo es indispensable. El hijo menor quiere llevarse un cohete de juguete, pero el padre, que ha llegado repentinamente —pero en silencio—, le pide que lo deje por ser demasiado ruidoso. La hija, que padece sordera, se lo vuelve a dar a escondidas mientras pone el dedo en los labios en señal de silencio y la toma se dirige a unas baterías para el juguete, sugiriendo una tragedia inminente.

La anterior es una magra descripción de la secuencia de apertura de A Quiet Place, cinta que nos ubica en mitad de una contingencia de proporciones apocalípticas en la que seres monstruosos sin vista, pero con un oído con capacidades sobrehumanas, han acabado con la mayoría de la población del planeta. La cinta es un excelente filme de horror en el que, a pesar de la ausencia de diálogos en más del 90% de la película, la tensión es constante y el ritmo dinámico. Las actuaciones ayudan muchísimo a mantener la atención en todo momento, y tanto Emily Blunt —que lo hace impresionante— como John Krasinski —que además dirige— y los niños logran transmitir emociones reales en las escenas de acción, tensión y terror.

La película destaca de inmediato entre otras congéneres del cine de horror por su planteamiento novedoso e impecablemente logrado. Recuerda, por su frescura, a otras cintas relevantes como 10 Cloverfield Lane, The Witch, It Follows o la reconocida en los Oscars Get Out!, pero como todas éstas, tiene suficientes elementos para brillar por sí misma. Subyace en la trama una metáfora de la paternidad y la manera en que la falta de comunicación puede afectar seriamente el desarrollo de los niños. A Quiet Place juega de manera inteligente con el problema de la falta de comunicación. El hecho de que los personajes no puedan hablar, además de la falta de oído natural de la niña; otros elementos como el embarazo avanzado de la madre, los intentos del padre por ayudar a su hija a recuperar el oído: todos estos aspectos suman a la trama y la enriquecen a pesar de la simpleza notoria de su premisa.

No es la primera vez que John Krasinski trabaja como director, pero en esta ocasión la mezcla de cine horror y ciencia ficción con criaturas aparentemente invulnerables que hacen sentir a los personajes indefensos ante el peligro latente, le ayudan a crear una película que sin duda tendrá gran impacto en la cultura popular. Los elementos de forma como son la mezcla de sonido, cinematografía y música se unen de forma muy creativa, compensando así alguna falta de complejidad en su historia o la ausencia de otros elementos de fondo. La cinta entrega justamente lo que se propone y lo hace de forma entretenida y sumamente imaginativa sin descuidar en ningún momento una ejecución elegante y pulcra.

La anterior es una magra descripción de la secuencia de apertura de A Quiet Place, cinta que nos ubica en mitad de una contingencia de proporciones apocalípticas en la que seres monstruosos sin vista, pero con un oído con capacidades sobrehumanas, han acabado con la mayoría de la población del planeta. La cinta es un excelente filme de horror en el que, a pesar de la ausencia de diálogos en más del 90% de la película, la tensión es constante y el ritmo dinámico. Las actuaciones ayudan muchísimo a mantener la atención en todo momento, y tanto Emily Blunt —que lo hace impresionante— como John Krasinski —que además dirige— y los niños logran transmitir emociones reales en las escenas de acción, tensión y terror.

La película destaca de inmediato entre otras congéneres del cine de horror por su planteamiento novedoso e impecablemente logrado. Recuerda, por su frescura, a otras cintas relevantes como 10 Cloverfield Lane, The Witch, It Follows o la reconocida en los Oscars Get Out!, pero como todas éstas, tiene suficientes elementos para brillar por sí misma. Subyace en la trama una metáfora de la paternidad y la manera en que la falta de comunicación puede afectar seriamente el desarrollo de los niños. A Quiet Place juega de manera inteligente con el problema de la falta de comunicación. El hecho de que los personajes no puedan hablar, además de la falta de oído natural de la niña; otros elementos como el embarazo avanzado de la madre, los intentos del padre por ayudar a su hija a recuperar el oído: todos estos aspectos suman a la trama y la enriquecen a pesar de la simpleza notoria de su premisa.

No es la primera vez que John Krasinski trabaja como director, pero en esta ocasión la mezcla de cine horror y ciencia ficción con criaturas aparentemente invulnerables que hacen sentir a los personajes indefensos ante el peligro latente, le ayudan a crear una película que sin duda tendrá gran impacto en la cultura popular. Los elementos de forma como son la mezcla de sonido, cinematografía y música se unen de forma muy creativa, compensando así alguna falta de complejidad en su historia o la ausencia de otros elementos de fondo. La cinta entrega justamente lo que se propone y lo hace de forma entretenida y sumamente imaginativa sin descuidar en ningún momento una ejecución elegante y pulcra.
Calificación: 4/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
ANNIHILATION
EEUU, 2018
Director: Alex Garland
Desolada por la depresión tras la desaparición de su esposo, Lena (Natalie Portman) trata se sacar adelante su vida como profesora universitaria de biología. Él, interpretado por Oscar Isaac, es un militar desaparecido ya por un año en una misión rodeada por un aura de misterio. Pero un día, él vuelve a casa. ¿Dónde estuvo? ¿Por qué no había vuelto? ¿Qué hace ahora de vuelta? En medio de la sorpresa y la confusión, él cae gravemente enfermo y ella termina en una instalación federal de investigaciones. Las preguntas predominan sobre las respuestas —elemento que será constante durante toda la cinta—, pero ella averigua que hace tres años comenzó a crecer un misterioso "Resplandor" en torno a un faro, y que éste abarca cada vez un área mayor. Nadie del personal que se ha enviado a investigar ha vuelto, o al menos no lo había hecho hasta que regresó su esposo. El perfil de Lena como bióloga y exmilitar la hacen apta para ser parte de un nuevo equipo de investigación al que se integra sin pensarlo dos veces, aún sabiendo lo que ha ocurrido con sus predecesores.

Annihilation es una película extraña, en el mejor sentido de la palabra. A su atmósfera permanente de misterio, de la que ya se ha hablado, adornada con una música nostálgica y minimalista, se suma una riqueza visual impresionante y colorida que contrasta con lo lúgubre de su historia y la senda trágica de sus personajes. El equipo con el que Lena entra a estudiar "El Resplandor" está conformado por cinco mujeres: una física, una psicóloga, una paramédica y una geomorfóloga, además de Lena, que como se ha dicho es bióloga. Este peculiar grupo —que, hay que decirlo, constituye un antecedente en esta clase de películas al conformarse en su totalidad por mujeres que, en su mayoría, son además científicas— se ve envuelto en un mundo lleno de color y horror, por contradictorio que esto llegue a sonar. De hecho, la mayor parte de la cinta transcurre como un thriller de horror, en el que toda clase de criaturas y escenarios fascinantes, junto con la tensión creciente que se desarrolla entre las personajes, aprisionan a las protagonistas de la historia.

El tema principal de la película es la autodestrucción y los matices de ésta con el suicidio. "No todos nos suicidamos pero, en algún punto, todos nos autodestruimos", reflexiona la psicóloga encarnada por Jennifer Jason Leigh (famosa por su papel en The Hateful Eight de Tarantino). Las cinco integrantes del grupo comparten un pasado doloroso y oscuro, y resulta claro que dicho pasado es el nexo que las une en la misión —que no pocas veces es descrita como suicida— y con el motivo, si es que lo hay, de la entidad que ha originado "El Resplandor". A propósito de dicha entidad, la manera en que ésta actúa parece ser una metáfora del atormentado interior de las protagonistas, y dicha metáfora es magistralmente representada en un diseño artístico y de producción fascinante: las características de las criaturas, sus habilidades, la vegetación, los colores de los hongos, la manera en que las flores crecen, la forma en que todos los elementos se unen, se crean, se destruyen.

El debut como director de Alex Garland, Ex Machina, fue todo un éxito en 2014. Esta nueva cinta tiene es tan poderosa como aquélla, aunque su medio de distribución ha sido distinto al ser estrenada en Netflix y no en los cines —salvo en Estados Unidos, donde estuvo en cartelera unas semanas—. Annihilation recuerda por sus buenos momentos a Under the Skin, a 2001: A Space Odissey y al cine de Tarkovsky por su ritmo meditativo, y sin embargo tiene excelentes elementos de horror que recuerdan a las buenas películas de Alien. Quizás un poco más de presupuesto habría sido bien recibido por lo ambicioso de la temática, y a Garland le puede fallar un poco la construcción de las relaciones entre algunos personajes, como al tratar de mostrar la relación afectiva entre Lena y su esposo. A momentos, la trama se torna tan compleja y los elementos de ciencia ficción están tan desatados que llega a sentirse que la cinta llega demasiado lejos y se escapa, pero Garland termina controlando todo y creando una obra maestra y una pieza imperdible para la ciencia ficción.
Calificación: 4.5/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
Director: Alex Garland
Desolada por la depresión tras la desaparición de su esposo, Lena (Natalie Portman) trata se sacar adelante su vida como profesora universitaria de biología. Él, interpretado por Oscar Isaac, es un militar desaparecido ya por un año en una misión rodeada por un aura de misterio. Pero un día, él vuelve a casa. ¿Dónde estuvo? ¿Por qué no había vuelto? ¿Qué hace ahora de vuelta? En medio de la sorpresa y la confusión, él cae gravemente enfermo y ella termina en una instalación federal de investigaciones. Las preguntas predominan sobre las respuestas —elemento que será constante durante toda la cinta—, pero ella averigua que hace tres años comenzó a crecer un misterioso "Resplandor" en torno a un faro, y que éste abarca cada vez un área mayor. Nadie del personal que se ha enviado a investigar ha vuelto, o al menos no lo había hecho hasta que regresó su esposo. El perfil de Lena como bióloga y exmilitar la hacen apta para ser parte de un nuevo equipo de investigación al que se integra sin pensarlo dos veces, aún sabiendo lo que ha ocurrido con sus predecesores.

Annihilation es una película extraña, en el mejor sentido de la palabra. A su atmósfera permanente de misterio, de la que ya se ha hablado, adornada con una música nostálgica y minimalista, se suma una riqueza visual impresionante y colorida que contrasta con lo lúgubre de su historia y la senda trágica de sus personajes. El equipo con el que Lena entra a estudiar "El Resplandor" está conformado por cinco mujeres: una física, una psicóloga, una paramédica y una geomorfóloga, además de Lena, que como se ha dicho es bióloga. Este peculiar grupo —que, hay que decirlo, constituye un antecedente en esta clase de películas al conformarse en su totalidad por mujeres que, en su mayoría, son además científicas— se ve envuelto en un mundo lleno de color y horror, por contradictorio que esto llegue a sonar. De hecho, la mayor parte de la cinta transcurre como un thriller de horror, en el que toda clase de criaturas y escenarios fascinantes, junto con la tensión creciente que se desarrolla entre las personajes, aprisionan a las protagonistas de la historia.

El tema principal de la película es la autodestrucción y los matices de ésta con el suicidio. "No todos nos suicidamos pero, en algún punto, todos nos autodestruimos", reflexiona la psicóloga encarnada por Jennifer Jason Leigh (famosa por su papel en The Hateful Eight de Tarantino). Las cinco integrantes del grupo comparten un pasado doloroso y oscuro, y resulta claro que dicho pasado es el nexo que las une en la misión —que no pocas veces es descrita como suicida— y con el motivo, si es que lo hay, de la entidad que ha originado "El Resplandor". A propósito de dicha entidad, la manera en que ésta actúa parece ser una metáfora del atormentado interior de las protagonistas, y dicha metáfora es magistralmente representada en un diseño artístico y de producción fascinante: las características de las criaturas, sus habilidades, la vegetación, los colores de los hongos, la manera en que las flores crecen, la forma en que todos los elementos se unen, se crean, se destruyen.

El debut como director de Alex Garland, Ex Machina, fue todo un éxito en 2014. Esta nueva cinta tiene es tan poderosa como aquélla, aunque su medio de distribución ha sido distinto al ser estrenada en Netflix y no en los cines —salvo en Estados Unidos, donde estuvo en cartelera unas semanas—. Annihilation recuerda por sus buenos momentos a Under the Skin, a 2001: A Space Odissey y al cine de Tarkovsky por su ritmo meditativo, y sin embargo tiene excelentes elementos de horror que recuerdan a las buenas películas de Alien. Quizás un poco más de presupuesto habría sido bien recibido por lo ambicioso de la temática, y a Garland le puede fallar un poco la construcción de las relaciones entre algunos personajes, como al tratar de mostrar la relación afectiva entre Lena y su esposo. A momentos, la trama se torna tan compleja y los elementos de ciencia ficción están tan desatados que llega a sentirse que la cinta llega demasiado lejos y se escapa, pero Garland termina controlando todo y creando una obra maestra y una pieza imperdible para la ciencia ficción.

Annihilation es una película extraña, en el mejor sentido de la palabra. A su atmósfera permanente de misterio, de la que ya se ha hablado, adornada con una música nostálgica y minimalista, se suma una riqueza visual impresionante y colorida que contrasta con lo lúgubre de su historia y la senda trágica de sus personajes. El equipo con el que Lena entra a estudiar "El Resplandor" está conformado por cinco mujeres: una física, una psicóloga, una paramédica y una geomorfóloga, además de Lena, que como se ha dicho es bióloga. Este peculiar grupo —que, hay que decirlo, constituye un antecedente en esta clase de películas al conformarse en su totalidad por mujeres que, en su mayoría, son además científicas— se ve envuelto en un mundo lleno de color y horror, por contradictorio que esto llegue a sonar. De hecho, la mayor parte de la cinta transcurre como un thriller de horror, en el que toda clase de criaturas y escenarios fascinantes, junto con la tensión creciente que se desarrolla entre las personajes, aprisionan a las protagonistas de la historia.

El tema principal de la película es la autodestrucción y los matices de ésta con el suicidio. "No todos nos suicidamos pero, en algún punto, todos nos autodestruimos", reflexiona la psicóloga encarnada por Jennifer Jason Leigh (famosa por su papel en The Hateful Eight de Tarantino). Las cinco integrantes del grupo comparten un pasado doloroso y oscuro, y resulta claro que dicho pasado es el nexo que las une en la misión —que no pocas veces es descrita como suicida— y con el motivo, si es que lo hay, de la entidad que ha originado "El Resplandor". A propósito de dicha entidad, la manera en que ésta actúa parece ser una metáfora del atormentado interior de las protagonistas, y dicha metáfora es magistralmente representada en un diseño artístico y de producción fascinante: las características de las criaturas, sus habilidades, la vegetación, los colores de los hongos, la manera en que las flores crecen, la forma en que todos los elementos se unen, se crean, se destruyen.

El debut como director de Alex Garland, Ex Machina, fue todo un éxito en 2014. Esta nueva cinta tiene es tan poderosa como aquélla, aunque su medio de distribución ha sido distinto al ser estrenada en Netflix y no en los cines —salvo en Estados Unidos, donde estuvo en cartelera unas semanas—. Annihilation recuerda por sus buenos momentos a Under the Skin, a 2001: A Space Odissey y al cine de Tarkovsky por su ritmo meditativo, y sin embargo tiene excelentes elementos de horror que recuerdan a las buenas películas de Alien. Quizás un poco más de presupuesto habría sido bien recibido por lo ambicioso de la temática, y a Garland le puede fallar un poco la construcción de las relaciones entre algunos personajes, como al tratar de mostrar la relación afectiva entre Lena y su esposo. A momentos, la trama se torna tan compleja y los elementos de ciencia ficción están tan desatados que llega a sentirse que la cinta llega demasiado lejos y se escapa, pero Garland termina controlando todo y creando una obra maestra y una pieza imperdible para la ciencia ficción.
Calificación: 4.5/5 respecto a la siguiente escala:——
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2: Mala
3: Buena
4: Excelente
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