martes, 18 de diciembre de 2018

Reseña: Aquaman

AQUAMAN


Estados Unidos; 2018
Director: James Wan
Por Alatriste


Era clara la urgencia de Warner Bros. y DC Films por conseguir un éxito de crítica y taquilla. Y es que fuera de Wonder Woman el año pasado —película que fue mejor recibida gracias al momento feminista en Hollywood en medio del que se estrenó—, las películas del DC Extended Universe no han logrado los resultados deseados. Se confió esta misión a James Wan, la creativa mente detrás de grandes éxitos como Insidious o The Conjuring, para lograrlo de la mano de uno de los héroes más ambiciosos de DC, Aquaman. 

Aquaman se presenta como una explosión de color, efectos especiales, nuevos personajes y batallas épicas a cada minuto. Son estas características su mayor fortaleza, pero también algunos de los puntos que exponen sus mayores flaquezas.



En primer lugar, se agradece que la cinta se aleja de ese tono "sombrío" y pesado que se había querido dar al DC Extended Universe, Los colores aquí están presentes desde la primera escena y continúan a lo largo de la cinta en los vestuarios, el mundo submarino, el contraste que se crea, por ejemplo, entre el cabello rojo de Mera —la enamorada de Aquaman— y su traje verde brillante. James Wan compensa un poco ese distanciamiento de lo sombrío con el diseño de algunas criaturas y sus respectivas secuencias que nos recuerdan su trayectoria en el cine de terror.



Siguiendo la última tendencia del cine de Hollywood, Aquaman tiene personajes femeninas fuertes y su rol en la historia va mucho más allá de ser simples comparsas. Tanto Mera como Atlanna —la madre de Aquaman— tienen importantes escenas de acción y su rol es fundamental en la historia. En cuanto a los demás personajes, masculinos todos, sus historias están menos desarrolladas pero son parte de batallas complejas repletas de acción y secuencias largas muy vistosas en las que se juega con la cámara añadiendo dinamismo y haciéndolas mucho más divertidas. En particular las escenas de batallas finales son tan épicas que por momentos recordaban a la trilogía de The Lord of the Rings. Mucho aporta la cinematografía de Don Burgess en este apartado.

El diseño de producción también resalta, pues los escenarios donde Aquaman vive sus aventuras, en especial los del mundo submarino, se notan cuidadosamente trabajados. Ruinas submarinas, ciudades gigantescas, submarinos, villas... Se lamenta tan sólo que algunos de estos lugares no explotaran todo su potencial y simplemente se dé un vistazo de ellas.



Hasta el momento, todo se mantiene más o menos a flote. Se aplaude la dirección de James Wan por lograr la película más épica y divertida de DC hasta el momento. Pero cuando entramos a aspectos de fondo, las cosas se comienzan a hundir.

El guión se va totalmente de las manos. Con demasiadas historias por cubrir —hay una historia de amor, dos personajes antagonistas, la historia de los padres de Aquaman, la relación ríspida entre los atlantes y humanos, los conflictos internos entre las tribus de atlantes, la mitología de la Atlántida y la lista continúa— la realidad es que la mayoría de estas están desarrolladas de manera superflua y vaga. Por ejemplo, la película trata de hacer una crítica a la manera en que los humanos contaminan sus océanos y las consecuencias que ésto puede traer, pero no pasa de exponer el tema y nunca desarrollarlo. Se da demasiado énfasis al origen mestizo de Aquaman —recordemos que es hijo de humano y atlante— que queda planteado un tema político relevante, pero no se profundiza nunca en él. Por otro lado, ante la diversidad de culturas y formas de pensamiento que existen entre los mismos atlantes, es lamentable que no se nos diera oportunidad de conocer más a estas culturas y el conflicto existente entre ellas. Sólo se da una pincelada del tema.



Los diálogos son otro tema penoso. Claro, es una película de superhéroes, no sería justo esperar un manifiesto complejo en sus diálogos, pero tampoco que se redujeran a frases vacías, bromas tontas, clichés constantes. Es una lástima, pues el excelente ensamble de actores, con artistas de la talla de Willem Dafoe, Nicole Kidman o Patrick Wilson, se siente forzado al recitar sus diálogos tan vacíos. Ante la falta de ideas para confrontar personajes con buenos diálogos, en varias ocasiones simplemente se introducen con explosiones salidas de la nada. El truco se vuelve viejo rápidamente.



En conclusión, Aquaman es un buen avance para el Universo DC que trata de alcanzar solidez en sus cintas. Probablemente la mejor película de dicho universo —puesto que disputa con Wonder Woman— y con una mejora notable en la dirección, permite pensar en que las próximas entregas, si se continúa trabajando bien, pueden alcanzar niveles nunca vistos en las historias fílmicas de estos superhéroes. Pero vaya que aún tienen trabajo por hacer. 
Calificación: 3/5 respecto a la siguiente escala:——
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

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