domingo, 24 de mayo de 2015

Resña: A Most Violent Year



A MOST VIOLENT YEAR

(USA, 2014)


A Most Violent Year (El año más violento) es la tercera película del director norteamericano J. C. Chandor después Margin Call en 2011 y la deslumbrante All Is Lost en 2013 y, de la misma forma en que ocurre con las anteriores dos, nos presenta una película consistente e interesante, muy bien ejecutada y un tercer eslabón sólido en una incipiente carrera que promete, y mucho.

El título de la película hace referencia al año de 1981 en la ciudad de Nueva York, año en que se desarrolla la historia del filme y que, de acuerdo con las estadísticas, fue el año más violento que hubiera en la ciudad norteamericana (más de 120 mil robos reportados, y arriba de 2100 asesinatos, tan sólo en las cifras oficiales).



La película cuenta la historia Abel Morales (interpretado por Oscar Isaac, quien hasta ahora no ha tenido muchos papeles importantes, pero eso cambiará dentro de poco: ¡interpretará a Apocalypse en la nueva X-Men!), un empresario emigrante dueño de una empresa de combustible de calefacción llamada Standard Oil Co. que está sufriendo competencia bastante desleal y por demás agresiva de parte de sus competidores: robo de camiones cargados con cantidades importantes $$$ de combustible ($$$), agresiones físicas directas a los empleados de la empresa, acusaciones deshonestas, etc.

De esto se puede deducir que los competidores de Abel no son, en lo absoluto, buenas personas; se trata de hecho de criminales profesionales, gángsters que se habrían sentido en su ambiente en los tiempos de la ley seca en los Estados Unidos. Sin embargo, este es un punto importante, pues el protagonista de la película, como se averigua muy pronto, es también un criminal, pues su empresa juega con los números, evade impuestos, y otras felonías tan propias de las empresas grandes en el mundo.  Este es un apartado, insisto, muy importante, pues la película invita a reflexionar acerca de la calidad moral de Abel Morales, quien a todas luces es un empresario responsable, que se preocupa en todo momento por su familia y por sus empleados, a quienes tiene un aprecio considerable.

La película narra, pues, la manera en que Abel trata de sobrellevar la serie de calamidades que, una tras otra (como ha hecho antes J. C. Chandor, quien disfruta del sufrimiento de sus protagonistas), le golpean a lo largo de la trama, y cómo lucha por arreglar dichas situaciones con sus competidores, con la justicia de Nueva York y con su familia, en especial con su esposa Anna (interpretada por Jessica Chastain, quien ha participado en películas como Interstellar o Mama), quien tiene una personalidad por completo contraria a la de Abel. Abel está siempre en conflicto con su interés genuino de hacer las cosas que hace de la manera más limpia posible, mientras todo su entorno quiere obligarlo a lo contrario.

No se entienda que esta es una película de acción y venganza. Es una película sobria, que a bien podría parecer lenta, pero que se ocupa de construir una historia muy bien cimentada. De hecho, la película juega con sus tiempos lentos, los movimientos de cámara son acordes a dicho tempo, la música es densa y dramática, la fotografía es excelsa (con una gama de colores, además, interesante, muy acorde a la época de finales de los 70s y comienzos de los 80s) y un guión inteligente, acompañado con actuaciones notables hacen de la película un trabajo impecable. Al menos así lo es en más de la primera mitad de la película, pues después se notan algunas dificultades por mantener el ritmo en todos los elementos que la componen y pierde un poco la firmeza, sin llegar nunca a descarrilarse.

Una buena película, con un ritmo calmado que intriga en cada momento al espectador. Quizás su mayor problema (que también existía All Is Lost) es que su premisa sencillamente no da para más, y aunque es exitosa usando todo su potencial, no puede entregar más. Pero es importante decirlo: explota todo su potencial.






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