Reseña: In the Heart of the Sea

IN THE HEART OF THE SEA

(USA; 2015)

Ron Howard es una suerte de director consagrado que, aun dejando de lado la cuestionable calidad de sus producciones, ha trabajado ya con varias películas importantes, como A Beautiful Mind (2011), The Da Vinci Code (2006) o, la más reciente, Rush (2013). Todas estas películas han sido recibidas con reacciones diversas y encontradas por parte de la crítica, si bien han sido todas ellas grandes éxitos de taquilla y se han ganado de alguna manera u otra a la audiencia en general. Si bien todas estas películas tienen puntos destacables, es también cierto que flaquean en muchos aspectos. Quizás el más importante de estos aspectos es la falta de trasfondo, su nula profundidad, pues sus películas hacer poco más allá de limitarse a contar una historia que resulte entretenida. Ron Howard ha encontrado una fórmula con la que se siente cómodo y, a pesar de las evidentes carencias en el sentido artístico que su fórmula posee, no parece dispuesto a abandonarla. La más reciente creación siguiendo dicha fórmula es su nueva película: In the Heart of the Sea.



In the Heart of the Sea es un proyecto ambicioso. Con alrededor de 100 millones de dólares promete todo lo que cualquier superproducción realizada en Hollywood tiene prácticamente por definición: efectos especiales impactantes, y una exaltación de valores por demás gastados pero que parecen tener un efecto psicológico tranquilizante y esperanzador en una audiencia que, hastiada de sus vidas en una sociedad monótona y rutinaria, buscan olvidarse, aunque sea por dos horas, de los aconteceres de sus vidas viendo una historia de lucha y redención, de personajes que hacen hasta lo imposible por salir adelante, sufriendo de atrocidades impensables y, al final, invariablemente triunfando.



La película nos transporta a mediados del siglo XIX cuando un joven autor, Herman Melville (el escritor de Moby Dick) busca entrevistar al último sobreviviente del célebre barco ballenero Essex, famoso por haber sido destruido años atras por una ballena gigantesca. Es así como el ya maduro sobreviviente, quien fuera un tripulante cuando niño del Essex, narra la historia de la catástrofe a la que los llevó el primer oficial Owen Chase, un hábil marinero sin apellido de abolengo abusado por sus jefes, los dueños de los barcos que él tripula, y el capitán George Pollard, un marinero sin experiencia ni liderazgo quien posee, sin embargo, un apellido importante (del fundador de la empresa naviera dueña del Essex) por lo que le es asignada la capitanía del barco, misma que hubiera sido prometida a Owen Chase.

Owen Chase es interpretado por el actor Chris Hemsworth (Thor, Snowwhite and the Hutsman, The Cabin in the Woods), repitiéndose así el binomio Howard-Hemworth que viéramos en Rush hace un par de años y que tan interesante resultara entonces. Por otro lado, el capitán George Pollard es interpretado por Benjamin Walker (Abraham Lincoln: Vampire Hunter), actor menos famoso pero con buenos dotes actorales. Juntos interpretan una rivalidad interesante que hace que la película resulte entretenida desde el primer acto hasta las escenas finales de la cinta.



A pesar de ser una historia interesante que involucra familias separadas, esposas desesperanzadas, odio y rivalidad, resulta complicado sentir empatía por dos personajes cuyo principal objetivo es asesinar ballenas para extraer su preciado aceite, tan bien vendido en aquellos años como combustible y cera de vela. Tiene la película, sin embargo, un ligero mensaje moralista que puede apreciarse en el cambio de técnica empleado para las escenas que involucran la muerte de los cetáceos y que las hace verse grotescas y difíciles de digerir, pudiéndose con esto deducir que la película no pretende exaltar las atrocidades a las que la codicia humana nos arrastra, sino que intenta más bien denunciarlas.

Fuera de estos elementos descritos la película ofrece muy poco más, lo que resulta una lástima dado el potencial que pudo haber sido explotado en otras facetas del filme. En primer lugar, es una lástima que la cinematografía no resulte mejor trabajada pues, tratándose finalmente de un filme de náufragos y su travesía en el infinito mar, se podía haber hecho una trabajo mucho más interesante, pero ni la fotografía ni el diseño artístico son trabajos notables. En segundo lugar, pudo haberse desarrollado un muy amplio contenido simbólico con esta historia tan particular, aunque no es quizás culpa de la película en sí, sino de la ambigua publicidad con que ésta se ha anunciado: la película no está basada en Moby Dick, la película está basada en un libro que cuenta la historia real del naufragio del barco en que se basó Herman Melville para hacer su obra ficticia Moby Dick. Esto explicaría por qué, de manera lamentable, todo el simbolismo de dicha obra (considerada una de las más grandes obras de la literatura norteamericana) se muestra ausente en la película. Tan sólo un poco sobrevive resultando en, de manera curiosa, las escenas más entrañables de toda la película. Lo entenderán cuando la vean, si es que deciden hacerlo.



In the Heart of the Sea no es mala película, tan sólo es una producción que toma el camino fácil y decide contar una historia sin abordar todo el trasfondo y el potencial artístico que una obra tan particular existía. La película nos cuenta todo lo banal y mundano en derredor de la ballena que destruyó el Essex hace casi 200 años.

Calificación: 3/5 respecto a la siguiente escala:

1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria

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