domingo, 12 de junio de 2016

Reseña: The Conjuring 2

THE CONJURING 2

EL CONJURO 2 


(USA, 2016)



Hace ya tres años, en 2013, se estrenó una película que, dentro de un género muy lastimado que atravesaba por un momento particularmente malo: el cine de terror. Se trataba de The Conjuring (El Conjuro), una cinta de horror sobrenatural, y no es que esta haya sido una excelente obra de arte, sino que ésta claramente destacaba dentro del género gracias a una producción muy por encima de los estándares tradicionales de éste y un guión mucho mejor escrito que el promedio. La cinta contaba la historia de dos investigadores paranormales, Ed y Lorraine Warren —personajes, además, existentes en la vida real, si bien Ed ya está en otra dimensión desde 2006— en uno de sus muchos casos que, sin entrar en discusiones sobre si pueden llamarse "reales" o no, nos limitaremos a llamar "documentados". La película fue bien recibida en taquilla y en la crítica —comparándola, insisto, con las demás de su género— y ahora, tres años después, llega la anticipada secuela: The Conjuring 2.



Nuevamente, la historia se concentra en una de las investigaciones de Ed y Lorraine Warren, en un nuevo caso paranormal. Una familia de clase media-baja que habita una vivienda social en el distrito Enfield en Inglaterra lidia con los problemas típicos de su entorno descompuesto y económicamente maltrecho cuando, de manera inesperada, empieza además a ser acosada por violentas manifestaciones paranormales. Se trata de familia conformada por una madre y cuatro hijos, abandonados por el esposo que se ha ido con otra mujer. La trama tiene cuidado en hacer énfasis en estos detalles que podrían parecer triviales, y sin embargo contextualizan la trama de una manera poco común en esta clase de cintas. Además, cuando los Warren son llamados hasta EE.UU. para investigar estos hechos al otro lado del Atlántico, siendo ellos mismos personajes públicos y polémicos, lidian también con la falta de credibilidad y el acoso constante que los académicos ejercen sobre la pareja que, argumentan, no es más que un par de charlatanes sacando provecho de algunas personas en desgracia.



La película retrata, pues, a una serie de personajes por demás vulnerables. No resulta trivial el hecho de que los mismos Warren son perseguidos por una entidad sobrenatural y peligrosa que parece desear la vida de Ed. Como podrá leerse, el argumento está bien trabajado y escrito. Todos estos aspectos no hacen más que sumar dimensiones interesantes a una historia que de otra manera sería un cuento paranormal más, si bien cabe aclarar que la trama nunca profundiza en todos aquellos aspectos más bien mundanos, sino que se concentra en los que pueden resultar interesantes a la audiencia, es decir, todo lo que es sobrenatural.



La película está muy bien dirigida. James Wan (director de la primera parte además de Insidious e Insidious: Chapter 2) hace un trabajo excelente y muy comprometido —hay quienes comienzan a llamarle el mejor director de cine de horror actual; a ellos podría decírseles, sin negar necesariamente que tienen la razón, que no es mucha la competencia real—. Es notable que Wan no ha apostado a la fama y el nombre del proyecto —un éxito de taquilla casi garantizado— sino que cuida todos los aspectos de forma de la cinta haciendo homenaje además a la escuela clásica de cine de horror que no abusa del gore o la violencia para crear emociones en el espectador, sino que se auxilia de tomas siniestras, oscuras, juega con las luces de manera astuta, crea tensión con tomas poco ortodoxas que cuidan no mostrar más allá de lo necesario. Además, experimenta con secuencias largas muy bien ejecutadas que, en conjunto con los demás elementos ya mencionados, dotan a la cinta, en términos generales, de una cinematografía maravillosa, misma que además es pulida con una edición impecable y un trabajo de postproducción notable.



The Conjuring 2 empieza a decaer notablemente en la segunda mitad de la cinta y, particularmente, en su último acto. Las inconsistencias del guión de pronto comienzan a ser una constante y, ante el ambicioso objetivo que se planteó el filme de ir aumentando la intensidad sin cesar durante toda la película. Los giros en la historia son genéricos, y el cierre demasiado Hollywoodense, como lo son también sus personajes que, tras darse la cinta la oportunidad de desarrollarlos un poco, estos caen tristemente en estereotipos y clichés, además, lamentables.



The Conjuring 2 sigue destacando dentro de este género, con valores de producción excelentes —tiene que ver sin duda con los 40 millones de dólares que tuvo de presupuesto, en contraste con los usuales 5 millones o, incluso a veces 1 millón con las que suelen contar las películas de este género. Este detalle también repercute en la duración de la película: 134 minutos contra los típicos 90 de otras películas de horror— y por una dirección comprometida por parte de James Wan. También el guión, escrito por los hermanos Hayes, trabaja de pocas poco usuales esta historia paranormal. Lástima de todos los clichés en sus personajes y de los giros que hacen que la historia se abarate hacia la segunda mitad de la cinta. Sigue siendo, sin embargo, un filme estéticamente impecable y una de las mejores producciones de horror del año aunque, palidece frente a propuestas menos costosas, pero más honestas, como la reciente The Witch que se estrenó el mes pasado.

Calificación: 3.5/5 respecto a la siguiente escala:
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

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