DEADPOOL 2
Estados Unidos, 2018
Director: David Leitch
Director: David Leitch
En un terrible futuro marcado por la muerte y la desolación, un mutante asesino ha destrozado a la familia del mutante cibernético Cable. Decidido a salvar a su familia, y de paso al mundo del infierno en que se ve sumido, Cable regresa en el tiempo a la era presente a acabar con el futuro villano antes de que mate por primera vez. Es en ese preciso momento en que Wade Wilson, mejor conocido por todos como el mítico mercenario Deadpool, trata de sentar cabeza y comenzar con una familia. El mutante asesino —autonombrado Firefist— es un adolescente con sobrepeso criado en unas instalaciones dirigidas por un un grupo ultraconservador y antimutante. Cuando el intento de Deadpool por crear una familia fracasa y se encuentra agobiado por la tristeza y los deseos suicidas, su camino se cruza con el de Cable en su cruzada imparable por acabar con el asesino del futuro, Firefist.
Como su antecesora, Deadpool 2 es una sátira al mundo del cine de superhéroes. De hecho, no cambia prácticamente nada al tono presentado por la primera película, más allá de que se ocupa de desarrollar un poco más a Wade Wilson —en su faceta personal, no como Deadpool— e introduce a varios nuevos personajes con los que juega para construir el tema de familia que constituye un elemento principal en la historia. El mismo Deadpool lo advierte al comienzo de la cinta: "Ésta es una película familiar". A partir de esta construcción se dan algunas de las mejores bromas de la cinta y se aportan los hilos narrativos que constituyen a toda la trama. Ésta no deja de ser un tanto débil, pero los personajes divertidos y las buenas actuaciones —sobre todo las de Ryan Reynolds y Josh Brolin— hacen muy llevadera la cinta en general.
Además de la metáfora de familia —o ausencia de ésta—, Deadpool 2 se vale del viejo argumento del viaje en el tiempo —muy al estilo de Terminator— y la destrucción de la amenaza antes de que se vuelva una amenaza. Éste argumento, aunque repetitivo, da una estructura sólida en la que los demás personajes se desenvuelven cómodamente, cada uno con sus características particulares, todos con diversos nexos que, en conjunto, llevan a la pantalla a un equipo sólido que rememora a las buenas cintas de X-Men, sin llegar nunca a los niveles de Days of Future Past o X-Men 2. Hay en el antagonista, el ultraconservador Collins, una crítica fuerte al daño que esta clase de posturas extremistas, tan presentes en nuestra sociedad moderna, pueden hacer. La intolerancia y falta de comprensión a las diferencias de los demás engendran violencia y rencor. Ésta crítica, aunque satírica, constituye quizás la mayor fortaleza de la cinta.
Aunque los diálogos son por lo general divertidos, las bromas se hayan actualizado, las referencias a otras cintas u obras de cultura pop sean recurrentes, y Deadpool siga rompiendo la cuarta pared de forma tan natural, lo cierto es que esta cinta carece de la originalidad que tan relevante hizo a la primera parte. Quizás comparadas una directamente con la otra, ambas sean igualmente divertidas, pero Deadpool 2 no alcanza a renovarse y ser un producto completo en sí mismo. Uno de los intentos por lograrlo está en las secuencias de acción, brillantemente filmadas —sello personal del director David Leitch—, sobre todo en aquellas que recurren a trucos prácticos y no a CGI. En cuanto a éste, es inconsistente y, aunque hay escenas impresionantes, hay otras que parecen haberse hecho con prisa y sin el nivel de detalle deseable en esta clase de cine.
Deadpool 2 es una digna sucesora de la primera parte. Aunque gran parte de la frescura que aquélla desbordaba está ahora perdida, hace un buen trabajo en mantenerse vigente. La trama es genérica en muchas ocasiones. Particularmente al comienzo, le cuesta tomar ritmo y consolidarse como lo hace cuando ya se han introducido todos los personajes. Incluso en este momento, no puede dejar de sentirse que la inclusión de éstos se hace más con fines comerciales —pensando a futuro— que como algo que realmente abone a la película, pero los personajes son divertidos y la película amena desde el principio hasta el final con sus geniales escenas poscréditos.
Como su antecesora, Deadpool 2 es una sátira al mundo del cine de superhéroes. De hecho, no cambia prácticamente nada al tono presentado por la primera película, más allá de que se ocupa de desarrollar un poco más a Wade Wilson —en su faceta personal, no como Deadpool— e introduce a varios nuevos personajes con los que juega para construir el tema de familia que constituye un elemento principal en la historia. El mismo Deadpool lo advierte al comienzo de la cinta: "Ésta es una película familiar". A partir de esta construcción se dan algunas de las mejores bromas de la cinta y se aportan los hilos narrativos que constituyen a toda la trama. Ésta no deja de ser un tanto débil, pero los personajes divertidos y las buenas actuaciones —sobre todo las de Ryan Reynolds y Josh Brolin— hacen muy llevadera la cinta en general.
Además de la metáfora de familia —o ausencia de ésta—, Deadpool 2 se vale del viejo argumento del viaje en el tiempo —muy al estilo de Terminator— y la destrucción de la amenaza antes de que se vuelva una amenaza. Éste argumento, aunque repetitivo, da una estructura sólida en la que los demás personajes se desenvuelven cómodamente, cada uno con sus características particulares, todos con diversos nexos que, en conjunto, llevan a la pantalla a un equipo sólido que rememora a las buenas cintas de X-Men, sin llegar nunca a los niveles de Days of Future Past o X-Men 2. Hay en el antagonista, el ultraconservador Collins, una crítica fuerte al daño que esta clase de posturas extremistas, tan presentes en nuestra sociedad moderna, pueden hacer. La intolerancia y falta de comprensión a las diferencias de los demás engendran violencia y rencor. Ésta crítica, aunque satírica, constituye quizás la mayor fortaleza de la cinta.
Aunque los diálogos son por lo general divertidos, las bromas se hayan actualizado, las referencias a otras cintas u obras de cultura pop sean recurrentes, y Deadpool siga rompiendo la cuarta pared de forma tan natural, lo cierto es que esta cinta carece de la originalidad que tan relevante hizo a la primera parte. Quizás comparadas una directamente con la otra, ambas sean igualmente divertidas, pero Deadpool 2 no alcanza a renovarse y ser un producto completo en sí mismo. Uno de los intentos por lograrlo está en las secuencias de acción, brillantemente filmadas —sello personal del director David Leitch—, sobre todo en aquellas que recurren a trucos prácticos y no a CGI. En cuanto a éste, es inconsistente y, aunque hay escenas impresionantes, hay otras que parecen haberse hecho con prisa y sin el nivel de detalle deseable en esta clase de cine.
Deadpool 2 es una digna sucesora de la primera parte. Aunque gran parte de la frescura que aquélla desbordaba está ahora perdida, hace un buen trabajo en mantenerse vigente. La trama es genérica en muchas ocasiones. Particularmente al comienzo, le cuesta tomar ritmo y consolidarse como lo hace cuando ya se han introducido todos los personajes. Incluso en este momento, no puede dejar de sentirse que la inclusión de éstos se hace más con fines comerciales —pensando a futuro— que como algo que realmente abone a la película, pero los personajes son divertidos y la película amena desde el principio hasta el final con sus geniales escenas poscréditos.
Calificación: 3/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
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