domingo, 20 de noviembre de 2016

Reseña: Fantastic Beasts and Where to Find Them

FANTASTIC BEASTS AND WHERE TO FIND THEM

(ANIMALES FANTÁSTICOS Y DÓNDE ENCONTRARLOS)


(U.K., 2016)




No es que haya pasado tanto tiempo desde la última producción cinematográfica del universo de Harry Potter. Fue hace cinco años, en 2011, que Harry Potter and the Deathly Hallows — Part 2 se estrenó y no obstante, Warner Bros. había acostumbrado a los muy numerosos fans a recibir nuevas entradas de esta súper exitosa franquicia en lapsos mucho menores —fueron ocho películas en diez años, desde que Harry Potter and the Sorcerer's Stone se estrenó en 2001—. Es por esto que, aunque hayan sido sólo cinco años, se siente que ha pasado tanto desde el último estreno. Fantastic Beasts and Where to Find Them llega en este contexto, intentado revivir la franquicia y sentar los cimientos para mantenerla muchos años —y películas— más.



Fantastic Beasts and Where to Find Them nos narra la historia de Newt Scamander (Eddie Redmayne), un auténtico académico empleado del Ministerio de Magia que se dedica a estudiar a los animales mágicos del planeta para poder escribir un compendio que más tarde se convertirá en el libro homónimo de la película. En su ardua labor, Scamander se ve forzado a visitar  una Nueva York —corre el año de 1926— en que se vive un momento de gran tensión entre la sociedad mágica y la sociedad no mágica, en la que ésta parece estar al borde de descubrir a aquélla, y aquélla está temerosa de dicha revelación por todo lo que desencadenaría —una alusión a la histórica intolerancia de los seres humanos, que no hace falta profundizar—. Scamander se ve repentinamente envuelto en mitad de este histórico conflicto en la que también conoce otros personajes como la exAuror Tina Goldstein (Katherine Waterstone) y el muggleNo-Maj, como les llaman en USA— Jacob Kowalski (Dan Fogler), un empleado en una empresa de fabricación de latas que sueña con abrir su panadería.



La película es mucho más que una simple historia de magos. En casi toda la película la trama principal, algo lenta, algo burda y un tanto absurda —y es que, siendo francos, el guión a cargo de J. K. Rowling no es la principal virtud de la película—, pasa a segundo plano y, en cambio, maravilla con la simpleza pero relevancia de sus temas principales. En primer lugar, la película es un análisis de la tolerancia entre los humanos. El conflicto vivido en Nueva York que, por temor a que escale en una guerra entre humanos y magos ha desencadenado en políticas absurdas como la prohibición de que ambas razas se mezclen y formen parejas, es una fiel muestra de situaciones sociales reales igualmente inverosímiles. En este retrato social, la película también se permite hacer otras críticas y mostrarlas en pantalla, como muestra por ejemplo con el personaje de Jacob, un empleado de clase media que trabaja sin parar imposibilitado de cumplir su sueño de abrir una panadería, ignorado por los bancos que a su vez son retratados con sus característicos desinterés e inhumanidad; o incluso la tolerancia, con el desarrollo de una subtrama romántica entre un mago y un no mago a pesar de la prohibición.



El otro gran tema de la cinta es la labor de su protagonista. Newt Scamander es algo así como el Linneo del mundo mágico y se ha propuesto clasificar y estudiar a todos los animales mágicos, muchos de ellos en extremo peligrosos. Lo que él quiere es mostrarles a los demás magos cómo tratar a los animales, cómo aproximarse a ellos sin poner en riesgo su vida —ni la de ellos ni, por supuesto, la de los animales—. Su preocupación por los animales es genuina e inspiradora, pues también nos hace recordar la triste pérdida animal que, por motivos similares a los plasmados en la cinta, se padece en nuestro mundo real. En algún punto de la cinta Scamander dice, en relación con sus criaturas mágicas: "Debemos recapturarlas antes de que resulten heridas. Están en terreno extraño, rodeadas por millones de las criaturas más viciosas del planeta: humanos".



Visual y artísticamente la película es maravillosa de principio a fin. La cinematografía está a cargo del Maestro Philippe Rousselot (Big Fish, Constantine, The Nice Guys y un larguísimo etcétera) y su trabajo es notable a lo largo de toda la película. La gama de colores, la calidad de las tomas, el estilo de las mismas —es notable, por ejemplo, el dinamismo de la cámara que pocas veces está quieta, encontrándose siempre en sutil movimiento que dota a las escenas de cierta vitalidad— están en perfecta sincronía con los valores artísticos: el diseño de las criaturas, la excelente ambientación en la Nueva York de los años veinte, el diseño de escenarios —como el interior de la maleta de Scamander— y algunas fotografías realmente memorables. Fantastic Beasts es una delicia visual de principio a fin, muy fiel al estilo que el Universo de Harry Potter ha seguido desde la película de Cuarón en 2003.



Las caracterizaciones de los personajes son también espectaculares. Eddie Redmayne (The Danish Girl, The Theory of Everything) es, como todos saben, un excelente actor y, aunque en algunas películas llega a sentirse sobreactuado, en esta película encarna a un personaje que le sienta perfecto y lo convierte rápidamente en un protagonista memorable. Katherine Waterston (próximamente protagonizará la nueva Alien: Covenant) hace también una labor increíble y Dan Fogler hace otro tanto trayéndonos una serie de personajes que parecen haber salido de los mejores momentos del Universo Burton. No podría se de otra manera, y es que David Yates, el director, ha tenido a su cargo un equipo de primer nivel que además ha hecho un gran trabajo y los resultados no podrían haber sido diferentes.



A pesar de todo son innegables las deficiencias en la cinta. La edición tiene algunos errores menores desperdigados aquí y allá; el guión, como he dicho, no es su mejor virtud y ocurren varias situaciones que, incluso dentro de lo irreal del universo en que se desenvuelven, resultan tontas o inverosímiles; el último acto de la cinta arruina el tono general de toda la película —hasta ese momento mesurada y misteriosa— y nos entrega un final escandaloso y desproporcionado al estilo Hollywood y la historia general  — historia en torno a la cual la verdadera magia ocurre— es irrelevante y poco emocionante. A pesar de todo, Fantastic Beasts and Where to Find Them tiene tantas virtudes en sus temas y su diseño artístico que se convierte en una experiencia maravillosa y sí, mágica, de principio a fin. Bienvenido de vuelta el Universo Harry Potter.

Calificación: 4/5 respecto a la siguiente escala:——
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

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