LAS HIJAS DE ABRIL
México, 2017
Director: Michel Franco
Director: Michel Franco
Las Hijas de Abril es la cuarta y más reciente película del director mexicano Michel Franco quien, desde su primera cinta Daniel & Ana de 2009, ha llevado a la pantallas dramas intensos, por momento incluso sórdidos, que son presentados con un realismo seco pero estético y que han tenido mucho éxito en el Festival de Cannes, donde Franco ha recibido reconocimientos para todas sus cintas. Las Hijas de Abril cuenta la historia de Valeria (Ana Valeria Becerril), una chica de 17 años embarazada que vive con su hermana mayor en Puerto Vallarta, y de cómo lidia con el embarazo al tiempo que su madre, Abril (Emma Suárez), que hasta el momento vivía lejos de sus hijas por motivos desconocidos, llega a ayudar a su hija a sobrellevar el proceso a pesar de que ésta no deseaba informar a su madre del embarazo hasta que su hijo naciera.
El tema de la película es, más allá del embarazo adolescente, las relaciones familiares. Éstas se exploran en una familia compuesta sólo de mujeres, madre y dos hijas, y donde la madre, Abril, se nos presenta ajena a la vida de sus hijas desde el inicio de la cinta. Ella es una mujer española, madre de dos chicas mexicanas que, se sugiere, llevan tiempo viviendo solas; el perfil de Abril se muestra mediante una narrativa sobria y austera pero muy decorosa gracias a una impecable cinematografía. Así, Michel Franco hace un análisis de los roles femeninos en la sociedad jugando con ellos para traer una historia que pronto se vuelca en una diatriba que dibuja un panorama complicado y distorsionado para cada uno de sus personajes.
Michel Franco ha desarrollado en sus obras un estilo propio, muy particular, que está presente en esta cinta. Por un lado, su principal herramienta narrativa son las escenas largas, usualmente con cámara fija que, sin ser muy complejas técnicamente hablando, resultan poderosas, y de la mano de la cinematografía del belga Yves Cape (que ya había trabajado con Franco en Chronic), logran transmitir una gama de complejos sentimientos y conflictos en cada personaje. De esta manera, veremos a éstos por momentos aislados, acosados, disminuidos o agredidos; dichas sensaciones se transmiten tanto por los diálogos como por los efectos de perspectiva en las tomas y la buena composición de sus imágenes, logrando una experiencia multidimensional.
La calidad de los guiones es otra constante en el trabajo de Franco, y el de Las Hijas de Abril no es la excepción, con temas variados que giran en torno a la posición de la mujer en la sociedad y cómo son afectadas por elementos como la alimentación y el sobrepeso, la transición a la edad adulta y a la madura y las dificultades de adaptarse a éstas, o las relaciones con parejas con las que se tiene una notoria brecha de edad. Si bien la cinta llega a tornarse excesiva e incluso inverosímil, se agradece que nunca deje de ser entretenida y que se valga de giros en la trama para conseguir atrapara la atención. Por otro lado, las actuaciones son muy buenas, particularmente las de Emma Suárez (Julieta en la reciente Julieta de Almodóvar) y Ana Valeria Becerril que, junto con el demás elenco, logran mantener a flote personajes bastante difíciles por lo poco cotidiano del contexto en que se desenvuelven.
Las Hijas de Abril es una gran película, una obra consistente con el trabajo que ha hecho Michel Franco y que le hiciera ganador del premio Un certain regard en Cannes con Después de Lucía (2012) y la nominación a la Palma de oro con Chronic (2015). Quizás el mayor problema del filme radique en las interacciones entre personajes que pueden sentirse un tanto incompletas, es decir, que podían haberse desarrollado un poco más. Tiene que ver, probablemente, con el hecho de que en esta ocasión Michel Franco desarrolla cuatro personajes principales, en contraste con sus trabajos previos donde sólo había uno o dos y donde tan profundamente desarrollara los perfiles de éstos. A pesar de ello, Las Hijas de Abril es una película que representa dignamente al cine mexicano y que permite observar un excelente panorama para lo que está por venir en la carrera de Michel Franco.
El tema de la película es, más allá del embarazo adolescente, las relaciones familiares. Éstas se exploran en una familia compuesta sólo de mujeres, madre y dos hijas, y donde la madre, Abril, se nos presenta ajena a la vida de sus hijas desde el inicio de la cinta. Ella es una mujer española, madre de dos chicas mexicanas que, se sugiere, llevan tiempo viviendo solas; el perfil de Abril se muestra mediante una narrativa sobria y austera pero muy decorosa gracias a una impecable cinematografía. Así, Michel Franco hace un análisis de los roles femeninos en la sociedad jugando con ellos para traer una historia que pronto se vuelca en una diatriba que dibuja un panorama complicado y distorsionado para cada uno de sus personajes.
Michel Franco ha desarrollado en sus obras un estilo propio, muy particular, que está presente en esta cinta. Por un lado, su principal herramienta narrativa son las escenas largas, usualmente con cámara fija que, sin ser muy complejas técnicamente hablando, resultan poderosas, y de la mano de la cinematografía del belga Yves Cape (que ya había trabajado con Franco en Chronic), logran transmitir una gama de complejos sentimientos y conflictos en cada personaje. De esta manera, veremos a éstos por momentos aislados, acosados, disminuidos o agredidos; dichas sensaciones se transmiten tanto por los diálogos como por los efectos de perspectiva en las tomas y la buena composición de sus imágenes, logrando una experiencia multidimensional.
La calidad de los guiones es otra constante en el trabajo de Franco, y el de Las Hijas de Abril no es la excepción, con temas variados que giran en torno a la posición de la mujer en la sociedad y cómo son afectadas por elementos como la alimentación y el sobrepeso, la transición a la edad adulta y a la madura y las dificultades de adaptarse a éstas, o las relaciones con parejas con las que se tiene una notoria brecha de edad. Si bien la cinta llega a tornarse excesiva e incluso inverosímil, se agradece que nunca deje de ser entretenida y que se valga de giros en la trama para conseguir atrapara la atención. Por otro lado, las actuaciones son muy buenas, particularmente las de Emma Suárez (Julieta en la reciente Julieta de Almodóvar) y Ana Valeria Becerril que, junto con el demás elenco, logran mantener a flote personajes bastante difíciles por lo poco cotidiano del contexto en que se desenvuelven.
Las Hijas de Abril es una gran película, una obra consistente con el trabajo que ha hecho Michel Franco y que le hiciera ganador del premio Un certain regard en Cannes con Después de Lucía (2012) y la nominación a la Palma de oro con Chronic (2015). Quizás el mayor problema del filme radique en las interacciones entre personajes que pueden sentirse un tanto incompletas, es decir, que podían haberse desarrollado un poco más. Tiene que ver, probablemente, con el hecho de que en esta ocasión Michel Franco desarrolla cuatro personajes principales, en contraste con sus trabajos previos donde sólo había uno o dos y donde tan profundamente desarrollara los perfiles de éstos. A pesar de ello, Las Hijas de Abril es una película que representa dignamente al cine mexicano y que permite observar un excelente panorama para lo que está por venir en la carrera de Michel Franco.
Calificación: 4/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
Si te interesa leer la reseña de Chronic, la película previa de Michel Franco, ésta está disponible aquí:
http://listasdekubrick.blogspot.mx/2016/04/resena-chronic.html
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
Si te interesa leer la reseña de Chronic, la película previa de Michel Franco, ésta está disponible aquí:
http://listasdekubrick.blogspot.mx/2016/04/resena-chronic.html
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