domingo, 4 de junio de 2017

Reseña: Wonder Woman

WONDER WOMAN


EE.UU., 2017


Aunque, en esencia, Wonder Woman se presenta con el formato clásico de las películas que presentan a un superhéroe por primera vez, la cinta entiende muy bien la fórmula, al grado de dominarla, y presenta los suficientes atributos propios como para consolidarse como la mejor película del Universo Extendido DC —siendo la cuarta película de éste— hasta ahora. Y es que no se trata sólo de una película de superhéroes; es además una cinta de guerra con una trama bien escrita y personajes de soporte complejos que hace un análisis, fantasioso, quizás, pero involucrado con el tema antibélico que sirve de soporte principal.



El primer acto de la película, como es habitual en esta clase de cintas, se ocupa en contar la historia del origen de la heroína en cuestión. La cinta presenta un universo lleno de color —algo nuevo en DC— y vida, siguiendo una línea narrativa sencilla pero efectiva en la que la historia se desarrolla de forma natural, alejándola del peligroso tedio que acosa a esta clase de secuencias introductorias. Para cuando la película arriba a su verdadera trama central, ha pasado ya por momentos dramáticos importantes y ha construido un personaje protagónico sólido con que es fácil involucrarse lo que resta del filme.



Como se ha dicho, Wonder Woman es una película (anti)bélica, y el escenario en que se desenvuelve es la poco recurrida Primera Guerra Mundial. Lejos de pretender mostrar un desfile de secuencias de acción y grandes explosiones de principio a fin, la producción se da el tiempo suficiente para contextualizar al espectador en el ambiente depresivo, sombrío y hostil de la Gran Guerra. Los colores de la cinta cambian respecto al acto introductorio cuando se entra en este ambiente, y los tonos grises y taciturnos, así como los escenarios lúgubres de la Guerra pronto dominan la pantalla, recordando un poco a lo hecho por Kubrick en su cinta antibelicista Paths of Glory. Los personajes secundarios regalan entonces uno de los momentos más terribles y entrañables de la cinta, al dibujar con sequedad los diferentes y tortuosos caminos que han llevado a cada uno a tan lúgubre escenario, reflexionando acerca de las circunstancias que llevan a que las personas, ajenas naturalmente al conflicto, terminen asumiéndolo con familiaridad.



Cuando la Mujer Maravilla aparece en pantalla, la película cambia su tono y se vuelve colorida y solemne. El contraste es refrescante. La cinta luce increíble de principio a fin, y es que la cinematografía, sin ser complicada o pretenciosa, se asegura de lucir bien y no teme al uso de colores en posproducción como ocurría en las anteriores cintas de DC. Además, la dirección es maravillosa. Patty Jenkins, la directora, viene de dirigir Monster en 2003 y otros varios proyectos televisivos desde entonces, y su efecto es notable en la película. Las actuaciones son todas bastante buenas, particularmente la de su protagonista, la israelí Gal Gadot (The Fast & the Furious, a partir de la 4), quien lleva el papel con una sorprendente naturalidad, y la de Chris Pine (Kirk en las últimas Star Treck, Hell or High Water), pero también con otras agradables sorpresas como la de Ewen Bremner (Trainspotting, T2: Trainspotting) en su papel de escocés alcohólico atormentado por el pasado.



La cinta de corte antibelicista tiene, pues, una producción brutal. Pero, además, el análisis del mensaje feminista, que algunos podrán acusar de forzado, pero desde mi punto de vista evidente, le da otra dimensión a la cinta. La Mujer Maravilla es una mujer criada en una isla mítica en la que existen solamente mujeres. Su papel en el contexto de una guerra dominada por altos mando masculinos está también lo suficientemente trabajado como para entender que no es fortuito, además de la personalidad misma de la heroína, cuidadosamente construida, paralelamente a la de las otras personajes relevantes que la acompañan a lo largo de toda la cinta.



Wonder Woman no cambia la fórmula ya por todos conocida de esta clase de cine, ni hace un giro dramático o experimental en ésta. Simplemente la lleva hasta sus límites en una ejecución casi sin imperfecciones. Sin embargo, no deja de sentirse ese sentido patriótico exacerbado que tanto corrompe al cine de Hollywood, aunque este error se llegara a justificar por el origen mismo de la heroína que data de los años cuarenta. Además, su ambientación en la Gran Guerra, y el mensaje central en la búsqueda de la protagonista no de ganar una guerra, sino de terminarla —alejándola del discurso tradicional de las películas belicistas norteamericanas—, haciéndolo a través del amor, y haciendo funcionar este delicado tema de forma estética, son grandes logros que hacen que la cinta valga la pena y destaque por sus propios méritos en el competido género al que pertenece.

Calificación: 3.5/5 respecto a la siguiente escala:——
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

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