domingo, 14 de junio de 2015

Reseña: Jurassic World

JURASSIC WORLD 

(EUA, 2015)





 La saga de Jurassic Park nació en el año de 1993 con una cinta dirigida por la ya entonces leyenda Steven Spielberg. La primicia era, cuando menos, interesante: una película de ciencia ficción que daría vida a aquellos monstruos prehistóricos que dominaron la tierra millones de años atrás en un ambiente contemporáneo. el siglo XX. El punto importante aquí es que la cinta era, precisamente, una película de ciencia ficción que resultó tener trama entretenida e intrépida, sello distintivo del director. La películas que le sucedieron, The Lost World: Jurassic Park y Jurassic Park III, eran cintas de acción con dinosaurios, con un enfoque distinto, y que fueron teniendo un éxito cada vez menor tanto para las críticas como en la taquilla.

Hoy, después de quince años del estreno de Jurassic Park III, Universal Pictures trata de resucitar la serie con Jurassic World que, lejos de nuevo de la premisa original, se presenta como una cinta de acción (y no de ciencia ficción) dirigida por Colin Trevorrow (con sólo cuatro cintas en su filmografía) con un papel por completo pasivo de Steven Spielberg quien, aunque sigue siendo usado como ícono por motivos de marketing, es tan sólo productor ejecutivo.



La historia de la película se ubica 22 años después de que Jurassic Park (el parque, no la película) habría sido cerrado por el incidente que lo sumió en el caos como contó la primera película. El día de hoy, Jurassic World se ha edificado sobre las ruinas de aquel mal recuerdo, y es un parque temático por completo funcional en el que familias enteras van a disfrutar de todo tipo de atracciones relacionadas con dinosaurios: espectáculos, viajes safari, souvenirs, etc. En este contexto, una pareja de hermanos adolescentes, cuyos padres están por divorciarse (cliché), viajan al parque de diversiones que, por otro lado, está administrado y dirigido por su tía Claire Dearing (Bryce Dallas Howard, famosa por la saga Twilight e interpretar a Gwen Stacy en la Spider-Man 3 de Sam Raimi).

Desde el comienzo de la película la historia se vuelve por completo predecible, y resulta obvio que un gran problema sucederá y que los dinosaurios pondrán en peligro la vida de los miles de visitantes y, en mayor grado, la de nuestros dos protagonistas. Esto no representa por sí mismo un problema; no debe considerarse que el hecho de que una película sea predecible sea necesariamente negativo, pues puede ser la manera en como se desarrolla esa historia lo que resulte interesante o meritorio pero, en Jurassic World, esto último no sucede.



En efecto, una nueva clase de dinosaurio, que ha sido genéticamente diseñada por los investigadores del parque, se sale de control y queda en libertad, iniciando una racha asesina mientras todo el parque se sume en el caos. Quizás este argumento sea una de las partes más rescatables de la cinta, pues establece que, debido a las necesidades administrativas de un parque de estas dimensiones, las presiones económicas y empresariales han encaminado a los humanos a crear una abominación de la clase del dinosaurio antagónico en la cinta. Un parque de atracciones debe renovarse cada dos o tres años para poder atraer a los clientes y no caer en el olvido. A este respecto las opciones en verdad atractivas para los usuarios involucran dinosaurios más impresionantes, más grandes y más fuertes, y es por ello que la administración del parque decide crear el Indominus Rex (nombre seleccionado, también, por fines comerciales). Resulta irónico que este aspecto que la película retrata con tanta eficiencia, sea un reflejo de lo que en la vida real se vive en la industria del cine (incluyendo a esta película). La cinta critica con afectividad otros aspectos del mundo capitalista, como la tendencia a visualizar todo desde una perspectiva económica sin importar las consecuencias ecológicas y sociales que esto conlleva, que llegan a su cúspide con la absurda pretención de usar a los velociraptors con fines militares. Estos son sin duda los aspectos más fuertes de la película.


A partir de entonces, la cinta sigue a la perfección la receta de los blockbusters de Hollywood: secuencias de acción, argumento estúpido, guión ridículo, y eventos que dan un vuelco a la trama a intervalos regulares. El héroe de la película, un domador de raptors llamado Owen (interpretado por el Guardián de la Galaxia Star-Lord, mejor conocido como Chris Pratt), se ve involucrado en los acontecimientos al ser el único que puede salvar el día en compañía de sus camaradas dinosaurios y aportando además el lado romántico (infaltable en estas películas) junto con la tía de los dos adolescentes.

Llegado este punto hay que remarcar, como una de sus virtudes, que aburrido es un adjetivo que no podría utilizarse jamás para describirla, y sin embargo la dirección es inconsistente, la música buena a secas (nada legendaria como en Jurassic Park), y los efectos especiales... bueno, olvidables. La película está llena de incoherencias y eventos sin sentido que, incluso en una película que no pretende ser seria ni realista, son demasiado. Por último, sólo les queda a los productores apelar por el sentido nostálgico que la película pudiera despertar en el espectador... y resulta un tanto patético, con escenas que hacen alusión a la primera película de una forma que se siente forzada y por nunca lograr el nivel de inquietante emoción de aquélla. Jurassic World es una película diseñada para ser un éxito en taquilla sin preocuparse en entregar un producto de calidad al espectador.



No hay comentarios:

Publicar un comentario