CHRONIC
(MÉXICO, EUA; 2015)
El cine mexicano lleva un estigma penoso causado por las lastimosas producciones que han trascendido —al menos desde el punto de vista comercial— en los últimos años. Películas con muy bajos valores de calidad, con mala cinematografía, guiones ridículos, estúpidos o sencillamente obscenos y triviales; cine, pues, sin sentido alguno del arte, ha sido constante en México y directores como Pedro Pablo Ibarra (A la mala), Manolo Caro (Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando) o el mismo Eugenio Derbez (No se aceptan devoluciones) han hecho que el cine mexicano se relacione de inmediato con su producciones de pésima calidad —independientemente de su éxito comercial, quizás debido a buenas campañas de marketing, quizás tan sólo al mal gusto de su numerosa audiencia; de cualquier manera, analizarlo no es la finalidad de este escrito—. Sin embargo, existen directores que se empeñan en hacer buen cine mexicano, y si bien no es el más exitoso en las salas nacionales, su reconocimiento nacional e internacional en festivales cinematográficos serios da un indicio de que el cine nacional no está por completo perdido, si acaso sólo un poco desubicado. Ejemplos de estos directores son Isaac Ezban (El Incidente), Rigoberto Perezcano (Carmín Tropical) y el director de la película que aquí se reseña, Michel Franco (Después de Lucía), entre, afortunadamente, algunos otros.

Chronic es una película densa, cruda y visualmente impactante que narra la historia de un enfermero con una personalidad cuando menos intrigante y evidentemente oscura —y no la clase de "oscuridad" de la que se jactan las películas de comics, sino otra psicológicamente más estimulante—. David (interpretado de forma magistral por Tim Roth, actor en películas como The Hateful Eight, Selma y The Incredible Hulk), el enfermero protagonista de la cinta, no trabaja en hospitales o clínicas, sino que cuida personalmente de pacientes con enfermedades terminales. Mas este melancólico, taciturno e insociable ser se involucra con sus pacientes más allá de lo común o estrictamente esperado para una persona con su profesión, lo que en varias ocasiones trasciende la barrera lo profesional y lo ético y lo lleva a meterse en problemas delicados, tanto personales como legales.

La película se dedica a construir la personalidad de David. Sin expresarse de manera demasiado clara o abierta acerca de los eventos que han hecho a David la persona que es, el guión va dejando entrever pistas interesantes que el espectador puede ir analizando a lo largo de la historia para poder armar el rompecabezas que es la personalidad del personaje. Poco a poco la película ofrece más detalles acerca del pasado de David y, sin embargo, aunque es posible armar un cuadro psicológico relativamente completo del enfermero —tanto más enriquecido cuanto que pronto la trama lo lleva a relacionarse con su descompuesta familia y dota de mayor profundidad su ya de por sí compleja personalidad— sigue dejando abiertas preguntas importantes dejando espacio a la audiencia para llenar estos huecos dejados de forma deliberada.

Visualmente, como se ha dicho, es una película impactante: la cinematografía es excelente y las tomas, a momentos tensas, a momentos inquietas, a veces claras u oscuras dependiendo de la situación particular que se narre, se ajustan siempre a la complejidad del personaje. La película juega mucho con la iluminación para crear efectos interesantes, como hacer lucir a los personajes cual oscuras siluetas usando una luz radiante de fondo en una ventana, o haciendo lucir a David más sombrío o frío mediante trucos de cámara dependiendo de las circunstancias en que éste se desenvuelve. La película logra capturar la terrible desazón que circunda la enfermedad.

La película toca temas muy sensibles como la eutanasia, las enfermedades terminales, la descomposición de las relaciones familiares, la depresión, el acoso sexual, el luto... todos tan terribles y matizados con atmósferas secas tan bien logradas, que es complicado no conmoverse ante los eventos que suceden en pantalla. ¿Hasta dónde llega el interés humano por los seres queridos? ¿Acaso hasta que éstos seres cercanos comienzan a representar una carga? Y en este contexto, ¿hasta qué punto se justifica el trato tan cercano de un tercero con un familiar enfermo que podría llegar a malinterpretarse? ¿Es moral ayudar a un ser que sufre a que deje de hacerlo independientemente de los medios?

Chronic es una película interesante y otra gran obra para la filmografía de Michel Franco. Las actuaciones en general —y particularmente la de Tim Roth— brillan en todo momento gracias a una buena dirección y un guión excepcional. Quizás el mayor problema de la película es que su mismo concepto la limita en términos de creatividad: el filme se concentra por completo en su protagonista y en construir una personalidad sólida para éste, mas nunca va más allá ni se dedica a desarrollar otros personajes ni otras dimensiones en la historia además de las que lo involucran a él personalmente. La cinta, en fin, explota al máximo sus capacidades y de la mejor manera sus capacidades, pero no se puede ignorar que estas están limitadas por el concepto que sostiene la trama.

Chronic es una película densa, cruda y visualmente impactante que narra la historia de un enfermero con una personalidad cuando menos intrigante y evidentemente oscura —y no la clase de "oscuridad" de la que se jactan las películas de comics, sino otra psicológicamente más estimulante—. David (interpretado de forma magistral por Tim Roth, actor en películas como The Hateful Eight, Selma y The Incredible Hulk), el enfermero protagonista de la cinta, no trabaja en hospitales o clínicas, sino que cuida personalmente de pacientes con enfermedades terminales. Mas este melancólico, taciturno e insociable ser se involucra con sus pacientes más allá de lo común o estrictamente esperado para una persona con su profesión, lo que en varias ocasiones trasciende la barrera lo profesional y lo ético y lo lleva a meterse en problemas delicados, tanto personales como legales.

La película se dedica a construir la personalidad de David. Sin expresarse de manera demasiado clara o abierta acerca de los eventos que han hecho a David la persona que es, el guión va dejando entrever pistas interesantes que el espectador puede ir analizando a lo largo de la historia para poder armar el rompecabezas que es la personalidad del personaje. Poco a poco la película ofrece más detalles acerca del pasado de David y, sin embargo, aunque es posible armar un cuadro psicológico relativamente completo del enfermero —tanto más enriquecido cuanto que pronto la trama lo lleva a relacionarse con su descompuesta familia y dota de mayor profundidad su ya de por sí compleja personalidad— sigue dejando abiertas preguntas importantes dejando espacio a la audiencia para llenar estos huecos dejados de forma deliberada.

Visualmente, como se ha dicho, es una película impactante: la cinematografía es excelente y las tomas, a momentos tensas, a momentos inquietas, a veces claras u oscuras dependiendo de la situación particular que se narre, se ajustan siempre a la complejidad del personaje. La película juega mucho con la iluminación para crear efectos interesantes, como hacer lucir a los personajes cual oscuras siluetas usando una luz radiante de fondo en una ventana, o haciendo lucir a David más sombrío o frío mediante trucos de cámara dependiendo de las circunstancias en que éste se desenvuelve. La película logra capturar la terrible desazón que circunda la enfermedad.

La película toca temas muy sensibles como la eutanasia, las enfermedades terminales, la descomposición de las relaciones familiares, la depresión, el acoso sexual, el luto... todos tan terribles y matizados con atmósferas secas tan bien logradas, que es complicado no conmoverse ante los eventos que suceden en pantalla. ¿Hasta dónde llega el interés humano por los seres queridos? ¿Acaso hasta que éstos seres cercanos comienzan a representar una carga? Y en este contexto, ¿hasta qué punto se justifica el trato tan cercano de un tercero con un familiar enfermo que podría llegar a malinterpretarse? ¿Es moral ayudar a un ser que sufre a que deje de hacerlo independientemente de los medios?

Chronic es una película interesante y otra gran obra para la filmografía de Michel Franco. Las actuaciones en general —y particularmente la de Tim Roth— brillan en todo momento gracias a una buena dirección y un guión excepcional. Quizás el mayor problema de la película es que su mismo concepto la limita en términos de creatividad: el filme se concentra por completo en su protagonista y en construir una personalidad sólida para éste, mas nunca va más allá ni se dedica a desarrollar otros personajes ni otras dimensiones en la historia además de las que lo involucran a él personalmente. La cinta, en fin, explota al máximo sus capacidades y de la mejor manera sus capacidades, pero no se puede ignorar que estas están limitadas por el concepto que sostiene la trama.
Calificación: 4/5 respecto a la siguiente escala:
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
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