ARRIVAL
(LA LLEGADA)
(EE.UU., 2016)
La ciencia ficción ha tenido un momento interesante en el cine de los últimos años. Películas como Gravity en 2013, Interstellar de 2014 o The Martian de 2015 han gozado de buena recepción entre fans y críticos. Pues bien, la tradición continúa este año con otro gran estreno en el género: Arrival. Arrival narra cómo un día, sin ningún otro precedente, aparecen en doce lugares del mundo aparentemente aleatorios doce naves extraterrestres, sin dar señales de vida o elementos que pudieran servir para entender los motivos por los que han llegado a la Tierra. El mundo entero está conmocionado; los gobiernos no saben qué hacer, cómo aproximarse a dichas naves ni cómo manejar la situación. Toda la humanidad está en completa tensión. Los alienígenas permiten a los humanos el acceso a sus naves. Hay interacción, pero problemas de comunicación. Los Estados Unidos envían a dos científicos, la lingüista Louise y el físico teórico Ian a tratar de resolver estos problemas.
Arrival no es una película de acción. No hay explosiones, guerras intergalácticas, rayos láser ni abducciones. No es, ni de cerca, Independence Day. Arrival es más bien una especie de thriller psicológico —o al menos eso comienza siendo— en la que, de manera magistral pero con un tempo quizás demasiado pasivo para algunos, se dan a la audiencia, muy poco a poco, elementos para que ésta entienda, también poco a poco, qué es lo que sucede en pantalla. Puede resultar confuso por momentos, pero está tan bien estructurada y pensada que al final todo tiene sentido y puede observarse como todos los aspectos de la cinta estaban tan bien pensados y cuidadosamente colocados para que al final confluyan de forma extraordinaria.
Arrival trabaja muchas temáticas a lo largo de su desarrollo. Por un lado se concentra en mostrar las reacciones de la población, el manejo mediático que de esta atípica situación se da en el mundo, cómo reacciona la sociedad, cómo ésta distorsiona la información y la tergiversa. Por otro lado el contacto con una nueva raza: un nuevo mundo por conocer. La imposibilidad de comunicarse con ellos, el estudio de su lenguaje, el choque cultural inconmensurable ante una raza con una visión muy distinta del universo entero. Otro aspecto, ¿son sus intenciones buenas? ¿Buscan guerra o paz? A propósito la historia da pronto nuevos ejes de importancia que ponen en tensión al mundo entero: ¿es que los rusos o los chinos saben algo que no nos quieran decir? ¿Qué han descubierto los paquistaníes que no sepamos nosotros? ¿Y si los extraterrestres dan su tecnología a algún otro que no seamos nosotros? Por último, pero no menos importante, el desarrollo de Louise, la protagonista, un personaje sumamente complejo e interesante en torno al que giran numerosos misterios. Un personaje al que el contacto con esta nueva raza y su estudio dedicado la empiezan a afectar profundamente. Visiones, obsesión, una especie de conexión metafísica con la nueva raza, ¿o se trata de algo más? Todos esos elementos se relacionan de forma fantástica —un excéntrico manejo del desdoblamiento del espacio-tiempo—, interactúan, se complementan, y al final conforman un gran todo que es esta película tan poco común.
Arrival también es un homenaje a la ciencia, respetando la tendencia que últimamente se ha visto en el cine de ciencia ficción. En la cinta se retrata bien la manera de abordar un problema complejo y la evolución que de éste se puede tener con ayuda de un pensamiento estructurado, cooperación y pensamiento científico —apoyado, claro, de la tecnología—. En particular resulta interesante el aproximamiento a la lingüística, al ser la protagonista experta en este tema.
Pero no todo es filosofía y tensión internacional. Arrival es, en términos audiovisuales, una película bellísima de principio a fin. Tiene un soundtrack notable, a cargo del islandés Jóhann Jóhannsson (doble nominado al Oscar), que crea tensión a través de sonidos experimentales y vocales. La cinematografía es también asombrosa. Bradford Young no sólo hace que cada toma luzca espectacular, sino que también hay secuencias impresionantes, planos muy estilizados, fotografías magníficas en todo momento. El diseño de los alienígenas y de las naves, y en general todo el arte conceptual es sumamente interesante. Las actuaciones también son muy buenas; Forest Whitaker (The Last King of Scotland, Lee Daniels' The Butler) y Jeremy Renner (sí, Eyehawk de The Avengers) lo hacen muy bien —aunque este último tenga un papel un tanto olvidable— pero el trabajo de Amy Adams (American Hustle, Batman v Superman, Her) resalta en verdad en el que es sin duda uno de sus papeles más entrañables e importantes—cinco veces nominada al Oscar, quizás este sea su año—.
Denis Villeneuve, el director canadiense de la cinta, estrenó una de las mejores películas del año pasado, Sicario. Este año lo vuelve a hacer con la que es quizás la mejor película que se ha estrenado en 2016. Su trabajo de dirección es loable y Arrival es una muestra de ciencia ficción que va más allá de los esquemas tradicionales y que mezcla temáticas mucho más complejas que otras películas del género. También eleva las espectativas para la secuela de Blade Runner que está programada para el siguiente año. Quizás los peores pecados de la cinta sean algunos diálogos un tanto bobos y lo apresurado que se siente el último acto, en contraste con la pasividad con que se desarrolla el resto de la película. A pesar de esto Arrival es una cinta obligada a la que muy seguramente le caerán premios y reconocimientos —éstos ya han comenzado a llegar—.
Calificación: 4.5/5 respecto a la siguiente escala:——
Arrival no es una película de acción. No hay explosiones, guerras intergalácticas, rayos láser ni abducciones. No es, ni de cerca, Independence Day. Arrival es más bien una especie de thriller psicológico —o al menos eso comienza siendo— en la que, de manera magistral pero con un tempo quizás demasiado pasivo para algunos, se dan a la audiencia, muy poco a poco, elementos para que ésta entienda, también poco a poco, qué es lo que sucede en pantalla. Puede resultar confuso por momentos, pero está tan bien estructurada y pensada que al final todo tiene sentido y puede observarse como todos los aspectos de la cinta estaban tan bien pensados y cuidadosamente colocados para que al final confluyan de forma extraordinaria.
Arrival trabaja muchas temáticas a lo largo de su desarrollo. Por un lado se concentra en mostrar las reacciones de la población, el manejo mediático que de esta atípica situación se da en el mundo, cómo reacciona la sociedad, cómo ésta distorsiona la información y la tergiversa. Por otro lado el contacto con una nueva raza: un nuevo mundo por conocer. La imposibilidad de comunicarse con ellos, el estudio de su lenguaje, el choque cultural inconmensurable ante una raza con una visión muy distinta del universo entero. Otro aspecto, ¿son sus intenciones buenas? ¿Buscan guerra o paz? A propósito la historia da pronto nuevos ejes de importancia que ponen en tensión al mundo entero: ¿es que los rusos o los chinos saben algo que no nos quieran decir? ¿Qué han descubierto los paquistaníes que no sepamos nosotros? ¿Y si los extraterrestres dan su tecnología a algún otro que no seamos nosotros? Por último, pero no menos importante, el desarrollo de Louise, la protagonista, un personaje sumamente complejo e interesante en torno al que giran numerosos misterios. Un personaje al que el contacto con esta nueva raza y su estudio dedicado la empiezan a afectar profundamente. Visiones, obsesión, una especie de conexión metafísica con la nueva raza, ¿o se trata de algo más? Todos esos elementos se relacionan de forma fantástica —un excéntrico manejo del desdoblamiento del espacio-tiempo—, interactúan, se complementan, y al final conforman un gran todo que es esta película tan poco común.
Arrival también es un homenaje a la ciencia, respetando la tendencia que últimamente se ha visto en el cine de ciencia ficción. En la cinta se retrata bien la manera de abordar un problema complejo y la evolución que de éste se puede tener con ayuda de un pensamiento estructurado, cooperación y pensamiento científico —apoyado, claro, de la tecnología—. En particular resulta interesante el aproximamiento a la lingüística, al ser la protagonista experta en este tema.
Pero no todo es filosofía y tensión internacional. Arrival es, en términos audiovisuales, una película bellísima de principio a fin. Tiene un soundtrack notable, a cargo del islandés Jóhann Jóhannsson (doble nominado al Oscar), que crea tensión a través de sonidos experimentales y vocales. La cinematografía es también asombrosa. Bradford Young no sólo hace que cada toma luzca espectacular, sino que también hay secuencias impresionantes, planos muy estilizados, fotografías magníficas en todo momento. El diseño de los alienígenas y de las naves, y en general todo el arte conceptual es sumamente interesante. Las actuaciones también son muy buenas; Forest Whitaker (The Last King of Scotland, Lee Daniels' The Butler) y Jeremy Renner (sí, Eyehawk de The Avengers) lo hacen muy bien —aunque este último tenga un papel un tanto olvidable— pero el trabajo de Amy Adams (American Hustle, Batman v Superman, Her) resalta en verdad en el que es sin duda uno de sus papeles más entrañables e importantes—cinco veces nominada al Oscar, quizás este sea su año—.
Denis Villeneuve, el director canadiense de la cinta, estrenó una de las mejores películas del año pasado, Sicario. Este año lo vuelve a hacer con la que es quizás la mejor película que se ha estrenado en 2016. Su trabajo de dirección es loable y Arrival es una muestra de ciencia ficción que va más allá de los esquemas tradicionales y que mezcla temáticas mucho más complejas que otras películas del género. También eleva las espectativas para la secuela de Blade Runner que está programada para el siguiente año. Quizás los peores pecados de la cinta sean algunos diálogos un tanto bobos y lo apresurado que se siente el último acto, en contraste con la pasividad con que se desarrolla el resto de la película. A pesar de esto Arrival es una cinta obligada a la que muy seguramente le caerán premios y reconocimientos —éstos ya han comenzado a llegar—.
Calificación: 4.5/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
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Es deplorable. Una película antiabortista que lo disimula incluyendo extraterrestres en la trama. Un ritmo lento y una poética visual propia del cine con mensaje moralista estadounidense. Te sentirás estafado si esperas ver una película de extraterrestres. Sus buenas bazas, la idea del lenguaje como puente, catalizador de nuevas estructuras de pensamiento, la concepción no lineal del tiempo, el desarrollo de una trama no lineal, las desaprovecha con la burda repetición o las banaliza sin más.
ResponderEliminarSPOILER:
Básicamente cuenta la historia de una mujer a la que unos extraterrestres con poco desarrollo visual y de guión le hacen ver que la hija que todavía no ha concebido morirá de cáncer siendo joven y comprende que debe tenerla igualmente.
Es una interpretaçión muy interesante. Y, claro, ahora que me la planteo me hace mucho sentido. Y sin embargo, no sé si me atrevería a juzgar toda la película desde esa perspectiva. No noto la banalización de sus virtudes, pero no puedo coincidir contigo en mucho de lo que expones.
EliminarMuchas gracias, es un análisis enriquecedor. Saludos.
Yo no veo mensaje "antiabortista", al igual que no veía mensaje "pro-tortura" en "Zero Dark Thirty", o que no creo que "Dexter" pretendiera legitimar a un asesino en serie.
ResponderEliminarYo creo que en la película se nos está contando una forma no humana de percibir el tiempo. Nosotros lo percibimos de manera lineal, por tanto tenemos claro lo que es el presente, y lo que fue el pasado, y lo que queremos que sea el futuro, y si hay un vidente y creemos en eso, podemos pensar incluso que "ve el futuro".
Pero creo que según esta película, el tiempo no es lineal, es un todo circular, como los mensajes de los extraterrestres, y se ve de un solo vistazo. La protagonista, en cuanto empieza a entender el lenguaje de los extraterrestres, va teniendo esas imágenes de la niña, que no comprende del todo todavía. Es al final de la peli, cuando ya entiende totalmente ese lenguaje, cuando percibe el tiempo en su totalidad. Percibe a la vez presente y futuro. Siente a la vez el amor por esa niña y el dolor por lo que pasará. Pero no puede hacer nada para cambiarlo, simplemente es lo que hay, y tiene dos opciones: o hacer como su marido y huir, o vivir su vida disfrutando de cada instante, porque de una forma u otra, el resultado va a ser el mismo... todos vamos a morir.
A veces resulta fácil encontrar toda serie de mensajes dependiendo de la perspectiva con que se analice.
EliminarPersonalmente coincido contigo, y creo que la no-linealidad es un tema central. Y a propósito de la decisión que la protagonista debe tomar... Me parece sencillamente impactante.
Gracias por el comentario. Saludos.