THIRST
(BAKJWI)
(Corea del Sur, 2009)
Nominada a la Palm d'Or y ganadora del Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 2009, Thirst es una película muy particular. Es, en esencia, una película de horror, con muchas características —estéticas y argumentales— de esta clase de cine. Narra la historia de un Sang-hyun, un joven pero respetado sacerdote católico que sirve de ministro en un hospital local. Sang-hyun acude de voluntario a África para encontrar la cura a una peligrosa enfermedad, pero se contagia de ésta y muere. O al menos eso parece porque regresa a la vida gracias a una transfusión de sangre. Todo el respeto previo del que gozaba, las dudas existenciales que le asaltaban, su entendimiento de la sociedad, y la percepción que ésta tenía de él se ven súbitamente modificadas de un día a otro. La noticia del "milagro" que le ha devuelto la vida se propaga rápidamente y se crea cierto misticismo que rodea a la figura del sacerdote, a quien ahora creen hacedor de milagros y la gente persigue para pedirle que cure a sus enfermos.

Además de todas las circunstancias extraordinarias en las que Sang-hyun se ve envuelto, éste se reencuentra con una amiga de la infancia, Tae-ju, ahora esposa de uno de sus amigos y que vive en un núcleo familiar opresivo para ella. Tae-ju soporta un ambiente machista, una vida de explotación que, lejos de poder ser descrita como idílica, le resulta visiblemente tortuosa. Los dos, el sacerdote católico —y vampiro— y la mujer casada oprimida se enamoran. Esta compleja temática aleja a la película del ritmo solemne y serio que se espera de las películas de vampiros y la convierten, en cambio, en una suerte de experimento lleno de ironía y humor sumamente ácido, por momentos repleto de delicioso surrealismo, que la convierten en una experiencia única que, al menos en su género y temática, no tiene símil.

Thirst es, además, una experiencia audiovisual fantástica. La cinta es dirigida por el coreano Park Chan-wook, que tiene grandes obras en su filmografía como Oldboy o I'm A Cyborg, But That's OK; él es un director fino y con un concepto exquisito de la cinematografía y el arte. La película está repleta de tomas fantásticas, ángulos subversivos, planos secuencias impecables; pero lo que conquista son sus temas, que se sienten tan profanos y divertidos a un tiempo, y sin embargo la cinta se da tiempo para retratar elementos tan bellos y humanos —y es que la relación entre la pareja protagonista es tan compleja...— que se crea una combinación fascinante. Sobra decir que no es la película típica de vampiros y que debe ser vista con apertura, disfrutando en recompensa de una experiencia sin igual.

Además de todas las circunstancias extraordinarias en las que Sang-hyun se ve envuelto, éste se reencuentra con una amiga de la infancia, Tae-ju, ahora esposa de uno de sus amigos y que vive en un núcleo familiar opresivo para ella. Tae-ju soporta un ambiente machista, una vida de explotación que, lejos de poder ser descrita como idílica, le resulta visiblemente tortuosa. Los dos, el sacerdote católico —y vampiro— y la mujer casada oprimida se enamoran. Esta compleja temática aleja a la película del ritmo solemne y serio que se espera de las películas de vampiros y la convierten, en cambio, en una suerte de experimento lleno de ironía y humor sumamente ácido, por momentos repleto de delicioso surrealismo, que la convierten en una experiencia única que, al menos en su género y temática, no tiene símil.

Thirst es, además, una experiencia audiovisual fantástica. La cinta es dirigida por el coreano Park Chan-wook, que tiene grandes obras en su filmografía como Oldboy o I'm A Cyborg, But That's OK; él es un director fino y con un concepto exquisito de la cinematografía y el arte. La película está repleta de tomas fantásticas, ángulos subversivos, planos secuencias impecables; pero lo que conquista son sus temas, que se sienten tan profanos y divertidos a un tiempo, y sin embargo la cinta se da tiempo para retratar elementos tan bellos y humanos —y es que la relación entre la pareja protagonista es tan compleja...— que se crea una combinación fascinante. Sobra decir que no es la película típica de vampiros y que debe ser vista con apertura, disfrutando en recompensa de una experiencia sin igual.
ONLY LOVERS LEFT ALIVE
(Reino Unido, Alemania, 2013)
Only Lovers Left Alive cuenta la historia de Eve y Adam, dos vampiros que, enamorados, han estado casados por siglos y han vivido muchas etapas trascendentales de la historia del mundo, conocido a personajes icónicos, han sido partícipes, en fin, de la transformación de las sociedades humanas y el mundo. Afectados por estas experiencias, él ha desarrollado una personalidad taciturna y triste, depresiva, oscura. Ella en cambio irradia esperanza y poesía, viste de blanco, gusta de vivir. Separados en el momento en que transcurre la historia de la cinta, ella vive en Tánger, Marruecos, rodeada de libros, de su amigo el poeta Cristopher Marlowe —quien se supone habría muerto en 1593, pero ahora sabemos que tan sólo fingió su muerte y vive siendo vampiro—, del Quijote de la Mancha. Adam vive en Detroit, en un ambiente opresivo, rodeado de instrumentos musicales, de vicios y experimentación musical.

La película resalta por su concepto, atípico y fresco. Aprovecha una ambientación que derrocha cultura por donde quiera que se le observe y trata de relaciones reales y humanas, tan alejadas a la irrealidad del vampiro y tan cercanas a los seres humanos normales, "zombies", como les llaman en la película. Habla de la sociedad y de sus estereotipos: los usa, se burla, juega con ellos; y la verdad es que lo hace con clase, con elegancia.

La dirección está a cargo de Jim Jarmusch, director de obras de culto como Coffee and Cigarettes y Broken Flowers y, como en estas películas, el ritmo es una mezcla rara de calma y dinamismo emocional. Las actuaciones son sublimes. Adam es interpretado por Tom Hiddleston (Loki del Universo Marvel) y Eve es interpretado por Tilda Swinton (recientemente vista como The Ancient One en Dr. Strange) y, por buenas que sean sus actuaciones en el MCU, si se quiere conocer el verdadero potencial de estos dos grandes actores, esta película es una excelente opción. La fotografía es bonita —no su mejor apartado— y pierde algo de fuerza hacia los últimos actos. Sigue siendo, sin embargo, una pieza indispensable en el buen cine y una propuesta que resalta en el mundo del cine de vampiros.
LET THE RIGHT ONE IN
(LÅT DEN RÄTTE KOMMA IN)
(Suecia, 2008)
Let the Right One In es una obra trascendental y su influencia llega mucho más allá de las fronteras del sólo cine de horror o de vampiros. Es una película que se concentra en la relación entre los personajes más que en el hecho de que entre éstos haya vampiros. Puede no parecer tan extraño en este momento y menos en esta lista de películas que hacen algo similar, pero en el momento en que apareció, dicha fórmula no era aún tan recurrida y, aunque así lo fuera, lo hace de una forma tan particular que sigue siendo única. Y es que los personajes de Let The Right One In son en verdad entrañables, complejos y bellos. Sin tratar de manera tan explícita los antecedentes, o las facetas que los forman y definen, la película da suficientes elementos para entender el universo que hay detrás de cada uno de ellos y, aún más, de la relación que se forja entre ellos.

Si bien puede definirse a la película como una historia romántica, establecer dicha etiqueta sería privarla injustamente de sus verdaderos alcances. No es sólo una historia romántica, es la historia romántica de un niño de doce años y una niña vampiro, convertida cuando era niña, pero que ha vivido muchos años más y que tiene una historia tan interesante e intrigante que por sí sola conforma una triste balada que fascina y encanta cada vez más a medida de que el director nos permite conocer lentamente más esbozos de su historia.

Let The Right One In es el ejemplo perfecto de cómo una cinta puede trascender su género, o el contexto, en este caso fantástico, en que fue desarrollada. Al final del día, Let The Right One In deja de ser una historia de vampiros para convertirse en una historia de amor, de dolor, con un ritmo calmo y neogótico que es mucho más fiel a este concepto que otras cintas que se jactan de serlo; lo interesante es que a pesar de todo sigue siendo una película de horror, y conserva con sutileza elementos fundamentales del género, dándole una multidimensionalidad envidiable. Una pieza de arte de culto. Para no pocas personas, la mejor película de vampiros que se ha hecho y aunque la expresión pueda resultar, quizás, exagerada, sí figura entre las mejores y es una cinta obligada para los amantes, no del cine de horror, sino del buen cine.

Si bien puede definirse a la película como una historia romántica, establecer dicha etiqueta sería privarla injustamente de sus verdaderos alcances. No es sólo una historia romántica, es la historia romántica de un niño de doce años y una niña vampiro, convertida cuando era niña, pero que ha vivido muchos años más y que tiene una historia tan interesante e intrigante que por sí sola conforma una triste balada que fascina y encanta cada vez más a medida de que el director nos permite conocer lentamente más esbozos de su historia.

Let The Right One In es el ejemplo perfecto de cómo una cinta puede trascender su género, o el contexto, en este caso fantástico, en que fue desarrollada. Al final del día, Let The Right One In deja de ser una historia de vampiros para convertirse en una historia de amor, de dolor, con un ritmo calmo y neogótico que es mucho más fiel a este concepto que otras cintas que se jactan de serlo; lo interesante es que a pesar de todo sigue siendo una película de horror, y conserva con sutileza elementos fundamentales del género, dándole una multidimensionalidad envidiable. Una pieza de arte de culto. Para no pocas personas, la mejor película de vampiros que se ha hecho y aunque la expresión pueda resultar, quizás, exagerada, sí figura entre las mejores y es una cinta obligada para los amantes, no del cine de horror, sino del buen cine.
Calificación Listas de Kubrick: 5/5
Escala de las calificaciones:
Escala de las calificaciones:
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
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