LOGAN
USA, 2017
Comenzar diciendo que Logan a tan sólo una película de superhéroes sería reducirla a una faceta que, en esta ocasión, dista mucho de ser la más relevante. Este género de cine ha crecido de manera impresionante, y es gracias a ese crecimiento que películas como Deadpool el año pasado, o ahora Logan, es decir, películas comerciales, pero que escapan por completo del molde tradicional del género, han sido posibles. En este contexto, Logan trasciende al género de principio a fin, y logra relevancia desde casi cualquier perspectiva desde la que se le analice.
Y se nace tan viejo...
La ambientación en Logan es sensacional. La atmósfera es taciturna, pesada, casi fúnebre en cada escena. La ciudad es sucia y áspera; todos los escenarios están concebidos desde la decadencia y el deterioro. Pero Logan es además violenta y cruel. No tiene, como ocurría en películas pasadas, muchas reservas en ilustrar un mundo pesimista y hostil: mucha violencia y gore son constantes en casi todas las secuencias de acción. Sin embargo, éstas no saturan, ni se pierde la mesura del filme: Logan pretende sentirse real, vívida, y dentro de toda su irrealidad lo logra de manera espectacular; al lograr transmitir una sensación de vulnerabilidad constante en sus personajes, al permitir al espectador sentir que, esta vez, quizás todo termine por salir mal, y al conseguir con ello generar genuino interés hacia la historia y su desenlace.
"A man has to be what he is, Joey. Can't break the mold"
La multitud de temas que Logan abarca es muy nutrida. Por supuesto desarrolla los temas del envejecimiento y la soledad, que son sus discusiones más importantes. La película nos presenta a un Logan (Hugh Jackman) decaído, débil, enfermo y vulnerable, que tiene dificultades bastante mundanas para tratarse de éste superhombre que otrora se nos presentara como invencible, prácticamente inmortal. Charles Xavier (Patrick Stewart) está al borde de la demencia, alejado por completo de la grandeza que le rodeara en los filmes pasados. Y por otro lado tenemos a Laura (Dafne Keen), la niña coprotagonista de la cinta, que es el reflejo de Logan y sin embargo es tan distinta, tan contrastante por su vitalidad y juventud. La película construye de forma maravillosa a todos sus personajes, y la manera en que tres generaciones conviven en la adversidad, y cómo se deben unir para sobrellevarla, es casi poética. Las actuaciones son excelentes, y habrá que observar lo que sucede con Dafne Keen en el futuro —Natalie Portman, por ejemplo, surgió como actriz de un escenario similar en Léon.
La pérdida de la inocencia
Además de la edad y el decaimiento, la película también aborda temas sociales, como es costumbre en las mejores cintas de la saga de X-Men. La trama habla de una serie de experimentos, por supuesto ilegales, que se hacen en niños para convertirlos en soldados con superpoderes, y de cómo esto ocurre con total impunidad en países con poca o nula vigilancia —en este caso, México—. Niños soldados existen en el mundo, y también personas —énfasis en las mujeres— desaparecidas de las que no se tiene rastro alguno, usualmente en aquellos sectores de condición social más desfavorecida. Logan teje, pues, un entramado complejo y crudo reflejo de una sociedad descompuesta, en el que hasta tiempo se da para criticar a los alimentos transgénicos, el corporativismo, o la falta de ética en prácticamente todos los niveles de la sociedad.
Logan cierra un círculo de buenas decisiones con grandes logros en el apartado técnico. Destacan las secuencias de acción, bien ejecutadas, con excelentes coreografías y para las que no se abusa de los efectos especiales. La música es intensa y bien pensada para ser más allá que sólo ambientación. El guión también resalta al ser sólido, al concentrarse en los personajes y crear apego hacia ellos. Logan tiene, sí, algunas deficiencias menores en su ejecución, algunas situaciones mal resueltas o en que se llega a perder la consitencia. Logra, sin embargo, quitarse estos estigmas con una historia llena de sentimentalismo y acción repletos de crudeza, de resignación y de sacrificio. Logan no es tan sólo para los amantes de los cómics, es para los amantes del cine.
Calificación: 4.5/5 respecto a la siguiente escala:——
Comenzar diciendo que Logan a tan sólo una película de superhéroes sería reducirla a una faceta que, en esta ocasión, dista mucho de ser la más relevante. Este género de cine ha crecido de manera impresionante, y es gracias a ese crecimiento que películas como Deadpool el año pasado, o ahora Logan, es decir, películas comerciales, pero que escapan por completo del molde tradicional del género, han sido posibles. En este contexto, Logan trasciende al género de principio a fin, y logra relevancia desde casi cualquier perspectiva desde la que se le analice.
La ambientación en Logan es sensacional. La atmósfera es taciturna, pesada, casi fúnebre en cada escena. La ciudad es sucia y áspera; todos los escenarios están concebidos desde la decadencia y el deterioro. Pero Logan es además violenta y cruel. No tiene, como ocurría en películas pasadas, muchas reservas en ilustrar un mundo pesimista y hostil: mucha violencia y gore son constantes en casi todas las secuencias de acción. Sin embargo, éstas no saturan, ni se pierde la mesura del filme: Logan pretende sentirse real, vívida, y dentro de toda su irrealidad lo logra de manera espectacular; al lograr transmitir una sensación de vulnerabilidad constante en sus personajes, al permitir al espectador sentir que, esta vez, quizás todo termine por salir mal, y al conseguir con ello generar genuino interés hacia la historia y su desenlace.
La multitud de temas que Logan abarca es muy nutrida. Por supuesto desarrolla los temas del envejecimiento y la soledad, que son sus discusiones más importantes. La película nos presenta a un Logan (Hugh Jackman) decaído, débil, enfermo y vulnerable, que tiene dificultades bastante mundanas para tratarse de éste superhombre que otrora se nos presentara como invencible, prácticamente inmortal. Charles Xavier (Patrick Stewart) está al borde de la demencia, alejado por completo de la grandeza que le rodeara en los filmes pasados. Y por otro lado tenemos a Laura (Dafne Keen), la niña coprotagonista de la cinta, que es el reflejo de Logan y sin embargo es tan distinta, tan contrastante por su vitalidad y juventud. La película construye de forma maravillosa a todos sus personajes, y la manera en que tres generaciones conviven en la adversidad, y cómo se deben unir para sobrellevarla, es casi poética. Las actuaciones son excelentes, y habrá que observar lo que sucede con Dafne Keen en el futuro —Natalie Portman, por ejemplo, surgió como actriz de un escenario similar en Léon.
Además de la edad y el decaimiento, la película también aborda temas sociales, como es costumbre en las mejores cintas de la saga de X-Men. La trama habla de una serie de experimentos, por supuesto ilegales, que se hacen en niños para convertirlos en soldados con superpoderes, y de cómo esto ocurre con total impunidad en países con poca o nula vigilancia —en este caso, México—. Niños soldados existen en el mundo, y también personas —énfasis en las mujeres— desaparecidas de las que no se tiene rastro alguno, usualmente en aquellos sectores de condición social más desfavorecida. Logan teje, pues, un entramado complejo y crudo reflejo de una sociedad descompuesta, en el que hasta tiempo se da para criticar a los alimentos transgénicos, el corporativismo, o la falta de ética en prácticamente todos los niveles de la sociedad.
Logan cierra un círculo de buenas decisiones con grandes logros en el apartado técnico. Destacan las secuencias de acción, bien ejecutadas, con excelentes coreografías y para las que no se abusa de los efectos especiales. La música es intensa y bien pensada para ser más allá que sólo ambientación. El guión también resalta al ser sólido, al concentrarse en los personajes y crear apego hacia ellos. Logan tiene, sí, algunas deficiencias menores en su ejecución, algunas situaciones mal resueltas o en que se llega a perder la consitencia. Logra, sin embargo, quitarse estos estigmas con una historia llena de sentimentalismo y acción repletos de crudeza, de resignación y de sacrificio. Logan no es tan sólo para los amantes de los cómics, es para los amantes del cine.
Calificación: 4.5/5 respecto a la siguiente escala:——
JOHN WICK: CHAPTER 2
USA, 2017

John Wick: Chapter 2 sigue exactamente donde quedó su predecesora: nos vuelve a presentar a John Wick, el asesino imparable en busca de venganza, lidiando ahora con las repercusiones de todas sus acciones de la primera cinta, incapaz de alejarse de ese mundo que tanto le había cansado y del que tanto ha luchado por escapar sin conseguirlo. Ésta es, pues, una película de acción muy intensa —más incluso que la anterior— que presenta, sin embargo, nuevos temas que la refrescan y diferencian de la original.

Lo maravilloso de Chapter 2 es la forma en que ha sido filmada. Pocos efectos especiales —muchos efectos prácticos—, ausencia casi total de dobles —Keanu Reeves hace un trabajo espectacular—, coreografías impresionantes, escenas de acción largas —no sin cortes y transiciones entre cámaras, pero sí filmadas en una sola toma— y un diseño de producción exquisito son constantes en toda la cinta. La gama de colores y la fotografía en general es magnífica: la película es una obra impecable de impacto visual. La música es muy bien usada, y la selección de escenarios es también extraordinaria: catacumbas de un antiguo edificio en Italia, una exposición de arte contemporáneo en un museo —donde se hace un juego increíble de cámaras en una locación llena de espejos— y, por supuesto, la ciudad, taciturna pero iluminada con luces neón al más puro estilo del ciberpunk.

El problema con Chapter 2 es que ha sacrificado por completo el fondo por la forma. La película es visualmente hermosa y violenta. Sin embargo, el desarrollo de personajes es casi nulo y es lamentable, dada la vasta cantidad de oportunidades donde podía hacerse a Wick tomar decisiones morales en situaciones difusas y turbias. Dejando esto de lado, Chapter 2 tiene cuidado en desarrollar un universo muy trabajado y desarrollado, con una mitología completa detrás, y ésta es otra de sus virtudes. Pero la historia poco a poco va abusando en su irrealidad, el surrealismo sutil de los primeros actos se ve pronto superado y la película adquiere dimensiones difíciles de contener. Hace esperar con ansias la siguiente entrega de la saga, pero con cierto temor de que termine por salirse de control, lo que resultaría lamentable. A pesar de esto, Chapter 2, no se tenga la menor duda, es una de las mejores películas de acción que han salido en los últimos años.
Calificación: 3.5/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
USA, 2017

John Wick: Chapter 2 sigue exactamente donde quedó su predecesora: nos vuelve a presentar a John Wick, el asesino imparable en busca de venganza, lidiando ahora con las repercusiones de todas sus acciones de la primera cinta, incapaz de alejarse de ese mundo que tanto le había cansado y del que tanto ha luchado por escapar sin conseguirlo. Ésta es, pues, una película de acción muy intensa —más incluso que la anterior— que presenta, sin embargo, nuevos temas que la refrescan y diferencian de la original.

Lo maravilloso de Chapter 2 es la forma en que ha sido filmada. Pocos efectos especiales —muchos efectos prácticos—, ausencia casi total de dobles —Keanu Reeves hace un trabajo espectacular—, coreografías impresionantes, escenas de acción largas —no sin cortes y transiciones entre cámaras, pero sí filmadas en una sola toma— y un diseño de producción exquisito son constantes en toda la cinta. La gama de colores y la fotografía en general es magnífica: la película es una obra impecable de impacto visual. La música es muy bien usada, y la selección de escenarios es también extraordinaria: catacumbas de un antiguo edificio en Italia, una exposición de arte contemporáneo en un museo —donde se hace un juego increíble de cámaras en una locación llena de espejos— y, por supuesto, la ciudad, taciturna pero iluminada con luces neón al más puro estilo del ciberpunk.

El problema con Chapter 2 es que ha sacrificado por completo el fondo por la forma. La película es visualmente hermosa y violenta. Sin embargo, el desarrollo de personajes es casi nulo y es lamentable, dada la vasta cantidad de oportunidades donde podía hacerse a Wick tomar decisiones morales en situaciones difusas y turbias. Dejando esto de lado, Chapter 2 tiene cuidado en desarrollar un universo muy trabajado y desarrollado, con una mitología completa detrás, y ésta es otra de sus virtudes. Pero la historia poco a poco va abusando en su irrealidad, el surrealismo sutil de los primeros actos se ve pronto superado y la película adquiere dimensiones difíciles de contener. Hace esperar con ansias la siguiente entrega de la saga, pero con cierto temor de que termine por salirse de control, lo que resultaría lamentable. A pesar de esto, Chapter 2, no se tenga la menor duda, es una de las mejores películas de acción que han salido en los últimos años.
Calificación: 3.5/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
¿Qué tal te han parecido a ti? ¡No dejes de comentar! Para más reseñas y noticias del séptimo arte, visita y da like a https://www.facebook.com/listasdekubrick?fref=ts


No hay comentarios:
Publicar un comentario