THOR: RAGNAROK
Estados Unidos, 2017
Director: Taika Waititi
Director: Taika Waititi
Después de más de quince películas, el Universo Cinematográfico Marvel corre el riesgo de verse estancado en un género (cine de superhéroes) que para muchos comienza a estar gastado. No obstante, la gente detrás del Universo busca mantener viva la flama haciendo modificaciones a la presentación de sus películas, y como fruto de esta búsqueda por redefinirse es como nace Thor: Ragnarok, una apuesta refrescante y novedosa —si bien copia el estilo de la reciente Guardians of the Galaxy Vol. 2— en la que la acción y la comedia se mezclan en un colorido contexto interplanetario repleta de personajes pintorescos y escenas de acción masivas y extravagantes.

Una gran virtud de Ragnarok es su paso dinámico y divertido, que logra mantenerse constante a lo largo de toda la proyección. Los guionistas tenían la opción de adoptar un tono serio y oscuro para la película, quizás omitiendo el sentido del humor que tantos detractores de las cintas de Marvel critican y, sin embargo, han optado por hacer justamente lo contrario: una colorida comedia. Y es que, siendo francos, así es como Eric Pearson, Craig Kyle y Cristopher Yost (los guionistas de la película) concibieron la obra, y así también la definió Taika Waititi (el director) cuando, de acuerdo a sus propias palabras, de los 100 minutos en que originalmente se planeaba la cinta pasó a los 130 que dura actualmente. ¿Qué eran los 30 minutos agregados? Así es: chistes.

Lo mejor de Ragnarok, no obstante, no es su sentido del humor, sino su excelente ensamble de actores que llenan de vida a todos los personajes que protagonizan la cinta. El Thor de Chris Hemsworth se siente cómodo y despreocupado y el Loki de Tom Hiddleston es tan divertido como siempre; la diosa Hela, interpretada por Cate Blanchett, es una buena antagonista y Heimdall de Idris Elba es tan heroico como puede llegar a serlo. La verdad es que, a pesar de la gran calidad de actores del reparto, ninguno de ellos está ahí para hacer el papel más profundo de su carrera, sino para lucirse tanto como sea posible —y vaya que lo hacen—, pero se divierten mientras lo hace y eso se transmite tan bien a los personajes que es un deleite verlos interactuar. La gran sorpresa es Valkyrie de Tessa Thompson, quien se nota en serio comprometida con su papel y logra ganarse el interés en un personaje que en un inicio no parecía prometer mucho.

Fuera de los actores y de algunas escenas de acción impresionantes —hay momentos en verdad épicos y visualmente impactantes en la película—, Ragnarok adolesce de consistencia en sus elementos narrativos. La mayoría de las situaciones con la que la historia se construye y avanza son por completo fortuitas o se resuelven con coincidencias increíbles y absurdas —como si sólo por el hecho de que se busca divertir al público se justifique que puedan hacer lo que les dé la gana con el guión—; ésto, y los malos ejercicios de edición al momento de ordenar las escenas para el corte final de la cinta deterioran mucho lo que pudo haber sido una cinta sobresaliente en su género.

En conclusión, Ragnarok es divertida y bonita, y estos elementos sumados a sus grandes actores hace que la película sea una experiencia disfrutable de principio a fin, pero no más: no aporta nada nuevo al género —el estilo, de hecho, es superado por lo hecho en Guardians of the Galaxy Vol. 2— ni constituye un trabajo memorable por sus méritos propios. Vaya, ni siquiera abona tanto al Universo Cinematográfico Marvel y se siente tan sólo como una película de relleno en éste. No se puede pasar por alto, sin embargo, que en ningún momento resulta tediosa ni pesada, y que mantiene los altos estándares que las cintas Marvel han establecido dentro del género.

Una gran virtud de Ragnarok es su paso dinámico y divertido, que logra mantenerse constante a lo largo de toda la proyección. Los guionistas tenían la opción de adoptar un tono serio y oscuro para la película, quizás omitiendo el sentido del humor que tantos detractores de las cintas de Marvel critican y, sin embargo, han optado por hacer justamente lo contrario: una colorida comedia. Y es que, siendo francos, así es como Eric Pearson, Craig Kyle y Cristopher Yost (los guionistas de la película) concibieron la obra, y así también la definió Taika Waititi (el director) cuando, de acuerdo a sus propias palabras, de los 100 minutos en que originalmente se planeaba la cinta pasó a los 130 que dura actualmente. ¿Qué eran los 30 minutos agregados? Así es: chistes.

Lo mejor de Ragnarok, no obstante, no es su sentido del humor, sino su excelente ensamble de actores que llenan de vida a todos los personajes que protagonizan la cinta. El Thor de Chris Hemsworth se siente cómodo y despreocupado y el Loki de Tom Hiddleston es tan divertido como siempre; la diosa Hela, interpretada por Cate Blanchett, es una buena antagonista y Heimdall de Idris Elba es tan heroico como puede llegar a serlo. La verdad es que, a pesar de la gran calidad de actores del reparto, ninguno de ellos está ahí para hacer el papel más profundo de su carrera, sino para lucirse tanto como sea posible —y vaya que lo hacen—, pero se divierten mientras lo hace y eso se transmite tan bien a los personajes que es un deleite verlos interactuar. La gran sorpresa es Valkyrie de Tessa Thompson, quien se nota en serio comprometida con su papel y logra ganarse el interés en un personaje que en un inicio no parecía prometer mucho.

Fuera de los actores y de algunas escenas de acción impresionantes —hay momentos en verdad épicos y visualmente impactantes en la película—, Ragnarok adolesce de consistencia en sus elementos narrativos. La mayoría de las situaciones con la que la historia se construye y avanza son por completo fortuitas o se resuelven con coincidencias increíbles y absurdas —como si sólo por el hecho de que se busca divertir al público se justifique que puedan hacer lo que les dé la gana con el guión—; ésto, y los malos ejercicios de edición al momento de ordenar las escenas para el corte final de la cinta deterioran mucho lo que pudo haber sido una cinta sobresaliente en su género.

En conclusión, Ragnarok es divertida y bonita, y estos elementos sumados a sus grandes actores hace que la película sea una experiencia disfrutable de principio a fin, pero no más: no aporta nada nuevo al género —el estilo, de hecho, es superado por lo hecho en Guardians of the Galaxy Vol. 2— ni constituye un trabajo memorable por sus méritos propios. Vaya, ni siquiera abona tanto al Universo Cinematográfico Marvel y se siente tan sólo como una película de relleno en éste. No se puede pasar por alto, sin embargo, que en ningún momento resulta tediosa ni pesada, y que mantiene los altos estándares que las cintas Marvel han establecido dentro del género.
Calificación: 3/5 respecto a la siguiente escala:——
1: Terrible
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
2: Mala
3: Buena
4: Excelente
5: Legendaria
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