lunes, 25 de febrero de 2019

El gran fiasco de los Oscars 2019

EL FIASCO DE LOS
OSCARS 2019




Por Alatriste


Partamos del hecho de que los premios Oscars nunca han sido un referente confiable en lo que a calidad y reconocimiento del buen arte cinematográfico se refiere. Quizás lo haya sido en algún momento, pero dicho momento se encontraría ya varias décadas atrás. Desde que tengo memoria, los famosos premios de la Academia han reconocido a las películas que más le convienen a la industria norteamericana, dejándose guiar casi siempre por una agenda comercial, ideológica o política —¿o nadie recuerda alguien a Michelle Obama anunciando a Argo como ganadora a mejor película en el 2013?

Pero en los últimos años, la situación parecía haberse, como menos, modificado. Pareciera que la agenda política se había alineado al menos con un poco de calidad. Siempre ha habido debate entre quién debió o no ganar la estatuilla, pero al menos entre las nominadas figuraban películas de cine independiente, cine de autor, películas relativamente pequeñas que comenzaban por reivindicar a los Oscars como unos premios que más o menos se tomaban al cine en serio.

Pero la situación no era económicamente viable y los ratings de la ceremonia bajaban y bajaban...



Para corregir la situación, en 2018 se anunciaron algunos cambios para la premiación de 2019. Entre los varios cambios, el que más llamó la atención y más disgusto ocasionó fue el anuncio de la nueva categoría: Mejor película popular. Muchas quejas y críticas debió ocasionar, porque lo cierto es que la Academia se retractó y las categorías para este año permanecieron intactas.

Excepto que no fue así: entre las 8 nominadas a mejor película para este año, al menos 5 lograron recaudar cifras muy por encima de los 100 millones de dólares (Bohemian Rhapsody casi llega a los 1000 millones, mientras que Black Panther superó holgadamente dicha suma). De las 4 restantes, 3 se acercaron a los 100 millones de dólares y, en caso de Roma, no lo sabemos debido a su distribución vía Netflix, pero bien conocido es el impacto que a nivel mundial causó la película dirigida por Alfonso Cuarón. La solución resultó ser, pues, peor que la enfermedad: sí se creo la categoría de Mejor película popular, sólo que discretamente se le disimuló sustituyendo a la poco atractiva Mejor película a secas.



La selección de películas ocurrió en detrimento de la calidad de la calidad de las mismas: de entre las ocho películas, dos habían sido incluso golpeadas por la crítica especializada (Bohemian Rhapsody y Green Book); Black Panther ocasionó muchos sentimientos encontrados, pues aunque no precisamente mal recibida, resultaba curiosa su nominación después de haberse ignorado otras grandes películas del género en su momento, como The Dark Knight o Logan, indiscutiblemente superiores; Vice, BlacKkKlansman y The Favourite no eran precisamente malas, sino lo contrario, pero también resultaba extraño que ninguna de ellas figurara entre las mejores obras de sus respectivos directores

Las nominaciones resultaron ser una decepción. Pero en términos francos, 2018 no fue el mejor año para el cine norteamericano. Más terrible es el hecho de que en la lista de omisiones hay películas de gran calidad e innovación que simplemente fueron ignoradas, como si no existieran. Y la lista es extensa. Mucho llamó la atención el hecho de que tan sólo las cinco nominadas para mejor película extranjera, por ejemplo, ¡fueran visiblemente superiores a todas las nominadas a mejor película! (a excepción de Roma, claro, nominada en ambas categorías).



En fin, lo cierto es que entre las terribles nominaciones, las cosas al menos parecían estar claras. Pero no para la Academia, que este año parecía decidida a echar la casa por la ventana a costa de toda su credibilidad.

Resulta increíble que Green Book se haya llevado mejor guión estando en competencia el guión de First Reformed del mismísimo Paul Schrader. Resulta increíble que Bohemian Rhapsody se haya llevado mejor edición por encima de The Favourite, BlacKkKlansman o incluso Vice. Resulta increíble que Bohemian Rhapsody se haya llevado mejor edición de sonido por encima de A Quiet Place, First Man o incluso Roma. Resulta increíble que Black Panther se haya llevado mejor diseño de producción por encima de joyas como The Favourite o Roma. Resulta increíble que Rami Malek se haya llevado el premio al mejor actor por encima de actuaciones de la calidad de las de Christian Bale o Willem Dafoe. ¡Pero la más increíble de todas, al grado de rayar en lo ofensivo, es que Green Book se haya llevado el Oscar a la mejor película!



En otros años había espacio para la discusión: tan sólo el año pasado, era difícil decidirse entre joyas como Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, The Phantom Thread o The Shape of Water. Antes podía discutirse, por ejemplo, entre La La Land, Manchester by the Sea, Moonlight o incluso Fences. Antes pudo ser difícil decidirse entre Birdman o The Grand Budapest Hotel, y así podríamos continuar.

No recuerdo un año en el que la distancia entre la mejor película y el resto fuera tan clara como éste. Y ni siquiera es que personalmente considere a Roma la mejor película del año. De hecho creo que su competencia más dura estaba, precisamente, entre las nominadas a mejor película extranjera, donde competía con monstruos como las impresionantes Cold War y Shoplifters. Pero es que las otras nominadas a mejor película simplemente no eran competencia para Roma bajo estándar alguno.



¿Será éste un ejemplo de la renuencia que tiene la Academia a premiar a las cintas distribuidas en servicios de streaming como Netflix? ¿Será esta la necesidad de premiar una cinta que de alguna manera redime los antivalores de racismo e intolerancia de Estados Unidos, como lo hace Green Book, independientemente de lo plana y común que ésta pueda ser? ¿O será éste un simple regreso a los años más oscuros de las décadas recientes de los premios de la Academia, donde sólo buscan premiar la fama y el éxito de sus mediocres producciones?

Sólo queda ver la reacción de la Academia en la ceremonia del siguiente año. Si es que su estrategia funcionó y alguien quedó con ganas de verla.

domingo, 17 de febrero de 2019

Reseñas: Bohemian Rhapsody; A Star Is Born

BOHEMIAN RHAPSODY


Reino Unido, EE. UU.; 2018
Directores: Bryan Singer, Dexter Fletcher


Los productores de esta película tenían una plataforma muy sólida sobre la que construir una cinta exitosa: se trata de una de las bandas más queridas de la historia, cuya fama y éxito se construyeron en torno a su indiscutible talento y a la carismática figura de una de las leyendas del rock más trascendentes del mundo: Freddie Mercury. ¿Qué podía salir mal? En términos económicos, nada, pero en lo cinematográfico... Ahí es otra historia. 


Bohemian Rhapsody es una película complaciente, comodina, indispuesta a tomar cualquier riesgo que pudiera incomodar al fan: tiene una historia plana, manipulada abiertamente para alternar entre momentos alegres, melancólicos, cómicos efusivos; es una obra que no respeta la esencia de una banda que se cimentó en lo arriesgado de su concepto, en el deseo de crear y no atenerse a los cánones triviales que dominaban el rock de la época. 

Dicha ironía queda perfectamente plasmada en varias de las escenas más importantes de la película, como cuando la banda defiende ante el ejecutivo Ray Foster la arriesgada decisión de hacer de Bohemian Rhapsody —la canción— el sencillo del nuevo disco. Ray Foster dice que ninguna estación de radio programaría la canción y la banda trata de explicar el valor artístico detrás de la pieza y cómo Queen era una banda diferente al resto. Pues la película hace exactamente lo contrario: se aleja por completo de la esencia de la banda y entrega una historia genérica, repleta de clichés y sin absolutamente nada que se le pueda llamar innovador o diferente. 


Es prudente aclarar que esta crítica no va dirigida a la música de Queen. Yo mismo me considero un arduo fan de la banda; la he escuchado desde antes de los 5 años, mi primer disco fue el Greatest Hits de Queen y desde entonces la he continuado frecuentando. Es por ello que esta película me resultó tanto más decepcionante.

Se añade al problema que la película no es particularmente relevante en otros aspectos que la conforman: la cinematografía no resalta, el guión es mediocre, hay una dirección poco comprometida —más evidente aún cuando te enteras que se tuvo que cambiar de director casi al final de la filmación— y existen errores cronológicos y alteraciones deliberadas de la historia de la banda para lograr momentos importantes que se sienten por demás artificiales.




Mucho se ha hablado de las actuaciones de la película y Rami Malek se ha llevado incluso un globo de oro por su interpretación de un Freddie Mercury descontrolado y sobreactuado. Es cierto que su labor cuando está encima de un escenario es impecable, como un gran imitador, pero cualquiera que haya visto una entrevista del Freddie Mercury original, se dará cuenta cuán diferente era la actitud y personalidad del cantante en comparación con la encarnada por el actor. De hecho, los demás actores del ensamble están mucho mejor, como Ben Hardy, Gwilym Lee o Joseph Mazzelo, que interpretarn a Roger Taylor, Brian May y John Deacon, respectivamente. 

Queen es una banda compleja, conformada por personalidades únicas, que tuvo éxito internacional en un contexto complicado y lleno de matices. Había tantos temas que podían ser tratadas en la cinta, matices en sus personajes y sus relaciones, tópicos ambiguos e incómodos que la hubieran enaltecido... Es una lástima que se haya apostado por la biopic comercial, familiar y complaciente que resultó ser, por más que la música ayude a hacer la experiencia llevadera.

Calificación: 2.5/5 respecto a la siguiente escala:——
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

A STAR IS BORN 

(NACE UNA ESTRELLA)

EE. UU., 2018
Director: Bradley Cooper


De entre todas las nominadas al Oscar, encontramos en A Star Is Born la más apegada a la fórmula clásica de Hollywood. No es una sorpresa si tenemos en mente que es el tercer remake de una historia que tuvo su primera representación en 1937. Tampoco es un aspecto necesariamente malo, pues la misión que el director —y protagonista— Bradley Cooper y el equipo de producción se han plasmado es hacer un remake efectivo, bien adaptado a la época contemporánea y efectivo en su propósito de entregar una historia de amor que toque a la audiencia. Han tenido éxito en la mayoría de sus objetivos propuestos.


La película cuenta la historia de Jack Maine, un cantante de country venido a menos cuyos días de gloria están ya pasando y que busca refugio de la soledad que lo atormenta y del vacío de su vida en el alcohol. Pero en un bar conoce a Ally, una cantante que lo deja atónito ante su interpretación a capela de La vie en rose de Edith Piaf. A partir de entonces, la vida de Jack cobra sentido y se convierte en el mentor y patrocinador de Ally, a medida que entre ellos se desenvuelve un romance intenso y trágico, pues mientras la carrera de Jack va en decadencia, la de Ally no hace otra cosa que crecer.


Se trata de un guión efectivo, sin mayores aspiraciones que las de emocionar. Narra, de forma efectiva, una historia la mar de cursi y emotiva que es interpretada de manera impecable por la actuaciones de Bradley Cooper y de Lady Gaga. Ésta se nota cómoda en un papel que le viene como anillo al dedo, escrito prácticamente a modo para ella, así como la producción entera, cinematografía y la música están también cuidadosamente diseñadas para hacer brillar la historia de los personajes.

Se trata sin duda de una historia genérica y sentimental, pero bien ejecutada, un entendimiento visible entre los actores, y con un equipo evidentemente comprometido con una historia que resalta entre la mediocridad que, por lo general, circundó a las producciones de Hollywood en 2018. Una buena y muy superior alternativa puede encontrarse en la polaca Cold War, también nominada, pero como mejor película extranjera.

Calificación: 3.5/5 respecto a la siguiente escala:——
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

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lunes, 21 de enero de 2019

Top 11 Películas de 2018

LAS MEJORES PELÍCULAS DE 2018




Por Alatriste


2018 fue un gran año para el cine internacional. Producciones de muchos países han estado de alguna y otra manera en los reflectores y el ojo del público, en contraste con la situación más o menos floja que se vivió en el cine norteamericano, si se compara con otros años.

El siguiente listado contiene —en mi opinión— las mejores once de éstas películas con, claro, algunas reservas: Primero, la selección no está en ningún orden en particular —demasiado difícil ha sido escoger once películas como para además ordenarlas—, y segundo, no ha sido posible ver todas las grandes películas del año, por lo que seguramente habrá tristes omisiones. Dicho esto, dejo el listado:



Roma
México, Estados Unidos
Director: Alfonso Cuarón


La lista comienza con, quizás, la selección más obvia de todas. Roma ha sido todo un acontecimiento en el cine internacional desde el momento en que ganó el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia (mismo premio recibido el año pasado por Shape of Water de Guillermo del Toro) y, recientemente, el Globo de Oro a Mejor Película de Lengua Extranjera.

No por ser la más famosa es que se gana el lugar en la lista. Roma es un logro cinematográfico por donde se le observe: una obra maestra del cine contemplativo ambientada de manera impecable en la Ciudad de México de principios de los setenta con un guión extraordinario pleno de sutiles metáforas y temas de fondo fuertes muy bien desarrollados, coronados con una cinematografía impecable y una gran riqueza cultural. Una película consistente, valiente, fina, y ahora gran favorita para los premios de la Academia en la que seguramente cosechará nuevos éxitos.

Reseña completa: https://listasdekubrick.blogspot.com/2018/12/resena-roma.html

A Quiet Place
Estados Unidos
Director: John Krasinski



A todos los que se sorprendieron de alguna forma con la reciente Bird Box de Netflix, no debería pasarles por alto A Quiet Place, una propuesta más original y mucho mejor ejecutada que la primera, también situada en un mundo postapocalíptico, pero superior por donde se la vea. A través de un uso ingenioso del tema de fondo, desarrolla personajes de forma excepcional y los pone en un contexto tan terrorífico como creativo.

Sonido y música son fantásticos, la imposibilidad de los personajes de comunicarse hablando, el lenguaje de señas bien utilizado y grandes actuaciones, en particular la de Emily Blunt, son los componentes impecables de una de las películas más originales del año.

Reseña completa: https://listasdekubrick.blogspot.com/2018/04/resenas-quiet-place-annihilation.html

Lazzaro Felice
Italia
Directora: Alice Rohrwacher



Uno de los temas menos trabajados en el cine reciente es aquél de la santidad. Es un tema difícil de abordar y más aún sin un tono ni una estética pretenciosos o aleccionadores. Alice Rohrwacher lo consigue de manera impecable al transportarnos a una pequeña villa italiana que vive explotada por una empresa tabacalera y su dueña que los mantiene totalmente aislados de la civilización. En ese pueblo vive Lazzaro, un personaje inocente, ingenuo, servicial, encarnación de la santidad.

Poco peculiar es la historia detrás de la cinta, más aún cuando algunos giros inesperados de la trama nos muestran una obra muy original con pinceladas de realismo mágico. Se trata quizás la película más hermosa del año. Y esta joya está disponible en Netflix.

Mission: Impossible — Fallout
Estados Unidos
Director: Cristopher McQuarrie



Fallout es la mejor película de acción del año y probablemente la mejor desde Mad Max: Fury Road. Muchos críticos parecen haberse olvidado de ella en sus listados de lo mejor de 2018 —un estigma persigue comúnmente al género de acción— y, no obstante, se gana su lugar a pulso gracias a una ejecución impecable y una gran combinación de efectos especiales, efectos de cámara, cinematografía y temas de fondo.

La película consigue mostrarnos a un Ethan Hunt (encarnado por un comprometidísimo Tom Cruise) vulnerable, rodeado, conflictuado por las decisiones que toma paso a paso y las consecuencias de sus pasadas acciones que, literalmente, lo persiguen hasta el final. No está de más decir que la película es además un gran deleite visual realizado de manera casi artesanal por el excelente equipo de producción.

Reseña completa: https://listasdekubrick.blogspot.com/2018/07/resena-mission-impossible-fallout.html

Cold War
Polonia, Francia, Reino Unido
Director: Pawel Pawlikowski



Después de su aclamadísima Ida de 2013, Pawel Pawlikowski regresa con una historia fascinante, un trágico romance cuya compleja historia se desenvuelve a lo largo de las décadas inmediatas a la Segunda Guerra Mundial.

Es la historia de un director de orquesta y una joven cantante que él descubre en un casting. La historia se mezcla con la cultura y música de manera natural, siendo esta última la gran narradora de una trama llena de giros y matices directamente ligados a la Guerra Fría como conflicto político y las repercusiones de ésta en la Europa de mediados del siglo XX.

Shoplifters
Japón
Director: Hirokazu Kore-eda



La ganadora de la Palm d'Or en el Festival de Cannes de 2018, la nueva obra del ya hace tiempo consolidado Hirokazu Kore-eda, un maestro como pocos del cine contemplativo. En esta ocasión, Kore-eda nos lleva a un viaje por la vida de las clases menos privilegiadas de Japón: se trata de una familia que vive en un barrio popular y cuyos integrantes se dedican al robo hormiga de productos en minisúpers y tiendas de conveniencia. Una nueva integrante se une al clan toda vez que encuentran a una niña desamparada en las proximidades de su casa. A los padres de la niña no parece molestarles que su pequeña hija haya desaparecido, y a partir de ahí se desarrolla la historia.

Quienes conozcan la obra del director sabrán que su cine tiene un ritmo distinto al del cine tradicional: más que una historia en sí misma, se invita al espectador a contemplar una sucesión de eventos que forman una historia de vida, aunque ésta se sin duda una de sus películas más sencillas y un buen comienzo para acercarse al director.

Annihilation
Reino Unido, Estados Unidos
Director: Alex Garland



La arriesgada aventura psicodélica de ciencia ficción del director que hace algunos años nos trajo la imprescindible Ex Machina. Una expedición de mujeres de diferentes disciplinas se introducen a una zona misteriosa que se ha originado a raíz de la caída de un meteorito. Nadie había entrado y salido de la zona con vida hasta que lo hizo el esposo de nuestra protagonista (interpretada por Natalie Portman) para caer enfermo y en coma repentinamente.

La zona es una especie de dimensión desconocida donde el mundo pintoresco se mezcla con fascinantes elementos de horror. La película rebosa originalidad, si bien su propuesta arriesgada puede tornarse muy complicada hacia los últimos actos de la película, hasta volverse ambigua y difusa, sin salirse nunca del control de Alex Garland que dirige los hilos narrativos de la cinta como un director de orquesta que sabe bien lo que quiere.

Reseña completa: https://listasdekubrick.blogspot.com/2018/04/resenas-quiet-place-annihilation.html

You Were Never Really Here
Reino Unido, Estados Unidos, Francia
Directora: Lynne Ramsay



Un estudio introspectivo a la atribulada y muy conflictuada mente de un exagente del FBI y exmilitar que, retirado ahora de esa vida, se dedica a rescatar a muchachas explotadas por redes de trata de personas.

El protagonista (Joaquin Phoenix) es un ser taciturno, incapaz de relacionarse con otras personas, que vive con su peculiar madre en una relación enfermiza, como mínimo, hasta que repentinamente se ve obligado a rescatar a la hija menor de edad de un político que lo contacta. Una cinta imperdible que hace guiños en su guión a los mejores momentos de Taxi Driver, en la que claramente se inspira. Una película sobria, sugestiva, de atmósfera tan sombría que es imposible no verse perdido en su estimulante oscuridad.

Reseña completa: https://listasdekubrick.blogspot.com/2018/08/3-recomendaciones-de-cine-de-autor.html

The House That Jack Built
Dinamarca, Francia, Alemania, Suecia
Director: Lars von Trier



La última y polémica cinta de Lars von Trier. Un estudio de la mente de un asesino y un manifiesto artístico de la voz del mismo director. Provocadora, irreverente, contestaria. Pareciera diseñada con el fin de molestar, con el fin de provocar reacciones negativas, y puede fácilmente lograse si no se tiene consciencia de la mente detrás de la película.

The House that Jack Built no deja de ser una fina obra, repleta de referencias culturales exquisitas y un paralelismo impresionante con la Divina Comedia de Alighieri, pero también una obra en extremo violenta, enfermiza y visceral, repleta de elementos satíricos, como sólo Lars von Trier puede lograr.

Reseña completa: https://listasdekubrick.blogspot.com/2018/12/the-house-that-jack-built-dinamarca.html

Museo
México
Director: Alonso Ruizpalacios



Incomprendida por muchos y mucho menos afortunada que Roma, esta magnífica obra habla de la odisea que viven dos jóvenes clasemedieros en la Ciudad de México cuando se ponen por objetivo entrar a robar el Museo Nacional de Antropología para robar piezas históricas y después venderlas en el mercado negro. El plan no sale como lo habían imaginado.

¿Qué motiva las acciones de los protagonistas? ¿Qué buscaban demostrar? La búsqueda de los personajes, como se va dejando ver a medida que avanza la historia, va mucho más allá de la adrenalina o la intención de enriquecerse: se una búsqueda profunda del significado de la vida misma. Una cinta filosófica, con elementos místicos y metafísicos bien diluidos en el guión ganador del Silver Bear en el Festival de Berlín.

Hereditary
Estados Unidos
Director: Ari Aster



Aunque se trató en general de un buen año para el cine de terror, Hereditary tiene un lugar privilegiado entre dichas producciones gracias a su historia perturbadora, excelentes actuaciones —la de Toni Collete figura entre las mejores actuaciones del año— y suficientes elementos de fondo y forma para convertirse en un gran clásico del cine de terror contemporáneo.

La cinta es una mezcla de ingredientes de cine sobrenatural, thriller psicológico, cine gore que se tejen de manera frenética a medida que la trama avanza y el tono de la película llega a niveles insospechados, mostrando cómo sentimientos reprimidos y la falta de comunicación familiar pueden resultar enfermizos y destruir todo ápice de comprensión y armonía familiar.

Reseña completa: https://listasdekubrick.blogspot.com/2018/06/resenas-hereditary-mom-and-dad.html

Menciones honoríficas (las que no alcanzaron a entrar):
Widows
Reino Unido, Estados Unidos
Director: Steve McQueen

Reseña completa: https://listasdekubrick.blogspot.com/2018/12/resena-widows.html

Suspiria
Estados Unidos, Italia
Director: Luca Guadagnino


BlacKkKlansman
Estados Unidos
Director: Spike Lee

Pájaros de Verano
Colombia, Dinamarca, México, Alemania
Directores: Cristina Gallego & Ciro Guerra



Spider-Man: Into the Spider-Verse
Estados Unidos
Directores: Bob Persichetti, Peter Ramsey, Rodney Rothman.


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domingo, 23 de diciembre de 2018

Reseña: The House That Jack Built

THE HOUSE THAT JACK BUILT


Dinamarca, Francia, Alemania, Suecia; 2018
Director: Lars von Trier

Por GM Alatriste


Mirar a Lars Von Trier parece ser un poema obsceno lleno de rimas sin sentido que se acoplan de manera lírica y vagan en la línea entre la incomodidad y el éxtasis. The House that Jack Built o, como  algunos la han llamado, “el boleto de reentrada a Cannes”, no es la excepción al cántico morboso al que nos tiene acostumbrados el director danés.

La película comienza con lo que parece ser una plática entre dos viajeros quienes recién se conocen y buscan profundizar en la conversación mientras se dirigen a un destino desconocido para el espectador. Son el guía Verge y el protagonista de la historia Jack. Hay algo en la voz de Jack que hace notar el aire de nostalgia y credulidad por comenzar lo que parece ser un largo viaje, se puede resaltar al anteponer dos de las líneas más significativas del inicio:

Jack: “¿Está permitido hablar durante el camino? Estaba pensando que podrían ser las reglas."

Verge: “Déjame ponerlo de éste modo; muy pocos recorren todo el camino sin pronunciar una palabra.”


El escenario histórico: los años setenta; el protagonista: un asesino en serie quien ve en sus crímenes la cura al trastorno obsesivo compulsivo que lo persigue, pero que lo lleva también a la perfección de sus escenas de crimen, siempre limpias y sin huellas de, bueno, crimen.

El actor Matt Dillon hace un trabajo extraordinario encarnando al personaje de Jack, un ser perturbado, implacable y temerario cuya personalidad antisocial no le impide practicar gestos y diálogos frente al espejo para salir adelante en cualquier situación que pudiera obstaculizar su labor que ejecuta con religiosidad.


La película se va contando casi como un libro a través de 5 capítulos o “encuentros”, como los llama Lars Von Trier, y un epílogo. Muchos de los personajes y sus diálogos caen en lo absurdo, pero en un absurdo casi patético que hace al espectador sentirse familiarizado con —y hasta cierto punto justificando— los sentimientos y acciones del protagonista.

Lo que tenemos es un manifiesto artístico de un director que se sabe y asume artista y que está dispuesto a analizar su obra; de un director que no hace oídos sordos a las críticas que se han hecho de su cine pero que, en su libertad de diferir, explica las razones por las que los duros comentarios no lo detienen, sino que más bien lo estimulan.



Lars von Trier compara la creación artística con una relación cazador-presa. Compara la labor artística con aquélla de un asesino serial, como lo es su protagonista, en el que él mismo se asume reflejado, de manera metafórica. El discurso termina siendo muy rico aunque no deja de rayar en lo cínico, fiel a su estilo provocador. Y no obstante, en medio de tanta enfermedad, von Trier lanza mensajes contundentes y críticos a lo que para él es la sociedad moderna y su depravación: una sociedad que no ayuda a sus semejantes aunque éstos griten desesperados en la búsqueda de una mano amiga que bien podría ser su salvación. 

El director hace esa crítica a través de metáforas, que se construyen alrededor de personajes en sí mismo polémicas: a través de historias del asesino con mujeres y los niños, trata de enfatizar la figura de vulnerabilidad socialmente impuesta al rol de ambos, con escenas de mutilación, violencia, taxidermia y la constante analogía del tigre y el cordero, gesto característico del director.


La música es un punto a resaltar de la película, escenas largas llenas de melodías que van desde “Hit the road Jack” hasta orquestas que corren dentro de escenarios casi bíblicos, inspirados —al igual que algunos personajes, como verá el espectador— en la Divina Comedia de Alighieri. Se da atención a la influencia del pianista Glenn Gould sobre el personaje principal y su visión de artista del mundo que lo rodea, creando una atmósfera que hacen de la cinta algo casi personal para la audiencia.


Sin duda se trata de una película pretenciosa. Sin embargo, la estética al puro estilo de von Trier —muy apoyado por la cinematografía de Manuel Alberto Claro, con que repite colaboración— logra crear una atmósfera de credulidad e incomodidad mezcladas con escenas realmente limpias que no caen en vulgaridades, sino al contrario: muestran elementos clave y se mantiene la constante expectación de quien la mira al tiempo que cambia de aire y entonces crea de nuevo el hilo de atención hacia la misma.

Al salir de la sala de cine a muchos de los espectadores nos surgió la duda de qué genero representaba este filme, ¿comedia de terror? ¿thriller romántico?… Te dejaremos a ti responder esa pregunta.
Calificación: 4/5 respecto a la siguiente escala:——
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

P. D. Entre todas las escenas de violencia explícita de la película, figura una particularmente perturbadora en la que la versión infantil de Jack mutila una de sus patas a un pequeño pato. Cruda por su realismo, en realidad la escena fue hecha con prótesis y trucos de cámara. Ningún animal fue lastimado, e incluso PETA ha defendido la escena por retratar tan fielmente la conducta de una persona con conductas potencialmente sociópatas: las señales se empiezan a manifestar desde la edad infantil por lo que recomiendan tener atención a este tipo de conductas en los niños.

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martes, 18 de diciembre de 2018

Reseña: Aquaman

AQUAMAN


Estados Unidos; 2018
Director: James Wan
Por Alatriste


Era clara la urgencia de Warner Bros. y DC Films por conseguir un éxito de crítica y taquilla. Y es que fuera de Wonder Woman el año pasado —película que fue mejor recibida gracias al momento feminista en Hollywood en medio del que se estrenó—, las películas del DC Extended Universe no han logrado los resultados deseados. Se confió esta misión a James Wan, la creativa mente detrás de grandes éxitos como Insidious o The Conjuring, para lograrlo de la mano de uno de los héroes más ambiciosos de DC, Aquaman. 

Aquaman se presenta como una explosión de color, efectos especiales, nuevos personajes y batallas épicas a cada minuto. Son estas características su mayor fortaleza, pero también algunos de los puntos que exponen sus mayores flaquezas.



En primer lugar, se agradece que la cinta se aleja de ese tono "sombrío" y pesado que se había querido dar al DC Extended Universe, Los colores aquí están presentes desde la primera escena y continúan a lo largo de la cinta en los vestuarios, el mundo submarino, el contraste que se crea, por ejemplo, entre el cabello rojo de Mera —la enamorada de Aquaman— y su traje verde brillante. James Wan compensa un poco ese distanciamiento de lo sombrío con el diseño de algunas criaturas y sus respectivas secuencias que nos recuerdan su trayectoria en el cine de terror.



Siguiendo la última tendencia del cine de Hollywood, Aquaman tiene personajes femeninas fuertes y su rol en la historia va mucho más allá de ser simples comparsas. Tanto Mera como Atlanna —la madre de Aquaman— tienen importantes escenas de acción y su rol es fundamental en la historia. En cuanto a los demás personajes, masculinos todos, sus historias están menos desarrolladas pero son parte de batallas complejas repletas de acción y secuencias largas muy vistosas en las que se juega con la cámara añadiendo dinamismo y haciéndolas mucho más divertidas. En particular las escenas de batallas finales son tan épicas que por momentos recordaban a la trilogía de The Lord of the Rings. Mucho aporta la cinematografía de Don Burgess en este apartado.

El diseño de producción también resalta, pues los escenarios donde Aquaman vive sus aventuras, en especial los del mundo submarino, se notan cuidadosamente trabajados. Ruinas submarinas, ciudades gigantescas, submarinos, villas... Se lamenta tan sólo que algunos de estos lugares no explotaran todo su potencial y simplemente se dé un vistazo de ellas.



Hasta el momento, todo se mantiene más o menos a flote. Se aplaude la dirección de James Wan por lograr la película más épica y divertida de DC hasta el momento. Pero cuando entramos a aspectos de fondo, las cosas se comienzan a hundir.

El guión se va totalmente de las manos. Con demasiadas historias por cubrir —hay una historia de amor, dos personajes antagonistas, la historia de los padres de Aquaman, la relación ríspida entre los atlantes y humanos, los conflictos internos entre las tribus de atlantes, la mitología de la Atlántida y la lista continúa— la realidad es que la mayoría de estas están desarrolladas de manera superflua y vaga. Por ejemplo, la película trata de hacer una crítica a la manera en que los humanos contaminan sus océanos y las consecuencias que ésto puede traer, pero no pasa de exponer el tema y nunca desarrollarlo. Se da demasiado énfasis al origen mestizo de Aquaman —recordemos que es hijo de humano y atlante— que queda planteado un tema político relevante, pero no se profundiza nunca en él. Por otro lado, ante la diversidad de culturas y formas de pensamiento que existen entre los mismos atlantes, es lamentable que no se nos diera oportunidad de conocer más a estas culturas y el conflicto existente entre ellas. Sólo se da una pincelada del tema.



Los diálogos son otro tema penoso. Claro, es una película de superhéroes, no sería justo esperar un manifiesto complejo en sus diálogos, pero tampoco que se redujeran a frases vacías, bromas tontas, clichés constantes. Es una lástima, pues el excelente ensamble de actores, con artistas de la talla de Willem Dafoe, Nicole Kidman o Patrick Wilson, se siente forzado al recitar sus diálogos tan vacíos. Ante la falta de ideas para confrontar personajes con buenos diálogos, en varias ocasiones simplemente se introducen con explosiones salidas de la nada. El truco se vuelve viejo rápidamente.



En conclusión, Aquaman es un buen avance para el Universo DC que trata de alcanzar solidez en sus cintas. Probablemente la mejor película de dicho universo —puesto que disputa con Wonder Woman— y con una mejora notable en la dirección, permite pensar en que las próximas entregas, si se continúa trabajando bien, pueden alcanzar niveles nunca vistos en las historias fílmicas de estos superhéroes. Pero vaya que aún tienen trabajo por hacer. 
Calificación: 3/5 respecto a la siguiente escala:——
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

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jueves, 13 de diciembre de 2018

Reseña: Roma

ROMA

México, Estados Unidos; 2018
Director: Alfonso Cuarón
Por Alatriste


Aunque, en principio, el cine viaja sin normas o estructuras predefinidas que lo guíen, no es raro que se acople a diferentes fórmulas cuyo éxito está ya probado en las reacciones del público que lo consume. Así, nos encontramos con películas de acción, terror, romance... en fin, tenemos cine de género con estructuras similares que parecen satisfacer las necesidades del público. Pero hay ciertas respuestas a esta estructura tan homogénea: algunos directores se aventuran a jugar con esas fórmulas y estructuras entregando, en cambio, historias de vida en apariencia simples, sin énfasis dramáticos "artificiales", y que, no obstante, tienen mucho que decir. A esta categoría pertenece Roma, la película más reciente del mexicano Alfonso Cuarón.



La última película de Alfonso Cuarón fue Gravity de 2014, con la que se llevó el premio a mejor director y mejor edición en los premios Oscar. En ésta, Cuarón plasmaba una metáfora del renacimiento que se leía entre las líneas de una llamativa odisea espacial, espectacular desde el punto de vista visual y con una gran cinematografía de la mano de Emmanuel Lubezki. Con Roma, Cuarón regresa a una narrativa mucho más terrenal, si se permite la metáfora, pero no por ello menos impresionante.

Roma cuenta la historia de Cleo, una empleada doméstica de una familia de clase media-alta de la colonia Roma en la Ciudad de México de inicios de los años setenta. La familia está conformada por Sofía y Antonio, jovenes esposos, la madre de Sofía y sus cuatro niños. Cleo atiende la casa en compañía de otra empleada doméstica, Adela. Tanto Cleo como Adela pertenecen, evidentemente, a un estrato social mucho más bajo, tienen raíces mixtecas y sus rasgos físicos y culturales —como el idioma, claramente expuesto en la cinta— las separan de la familia con que trabajan.



Pero estas diferencias no son el tema central de Roma, sino acaso uno de los elementos que la enriquecen. Y es que Roma es, en términos prácticos, una historia de vida y no más. Pueden encontrarse incluso similitudes con el cine de Hirokazu Koreeda: tanto este director como Cuarón con Roma saben subrayar y narrar magistralmente el drama que está ligado a una historia de vida tan cotidiana como puede ser la de una familia y sus empleadas domésticas.



Alfonso Cuarón entrega una historia maravillosa en su simpleza. Hay tanto dramatismo, alegría, conflictos familiares, divertidos momentos de comedia, contexto histórico, e incluso espiritualidad en una historia tan sencilla, coronada ésta con actuaciones soberbias —en particular la de Yalitza Aparicio, de la que tanto se ha hablado— y una cinematografía espectacular. Curiosamente no se trata esta vez de la mano de Emmanuel Lubezki, sino del mismísimo Alfonso Cuarón, que con tomas cadenciosas, paneos bien manejados y un para nada pretencioso esquema de escala de grises, consigue hacer de Roma una obra bella y natural.



Por último, queda remarcar la manera en que Alfonso Cuarón imprime su visión personal a una historia sin fronteras. Hay crítica social, hay visión histórica de un momento convulso de la historia de la sociedad mexicana, hay una lectura completa de dicha sociedad, pero hay también elementos más introspectivos: en particular, la historia entre Cleo y una familia con fuertes rupturas y disfunciones pero que, de manera metafórica, la va integrando poco a poco a su núcleo, es un ejemplo magistral de tolerancia y convivencia, no exentas de momentos amargos, que culminan en exaltación a la divinidad encontrada en una figura de orígenes tan sencillos y puros como lo es su protagonista.

Calificación: 4.5/5 respecto a la siguiente escala:——
       1: Terrible
       2: Mala
       3: Buena
       4: Excelente
       5: Legendaria

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